miércoles, 30 de noviembre de 2011

Periodismo y Periodistas (4) ¿La decadencia del periodismo?

Para nuestra cuarta entrada sobre el periodismo y los periodistas publicamos un estupendo artículo de una de nuestras secciones fetiche, La Contra, de La Vanguardia. En ella se entrevista a Paddy Coulter, veterano periodista británico que nos habla de la decadencia de su profesión en tiempos de Internet y del auge del auge de un pseudoperiodismo que ha evolucionado hacia un sensacionalismo perverso y manipulador instaurado por personajes tenebrosos y delictivos como Rupert Murdoch y sostenido por millones de consumidores de chismorreos y naderías informativas.

Porque el buen periodismo, profesional, independiente e inquisitivo es esencial para la democracia, abogamos porque logre adaptarse y resistir estos tiempos convulsos, pues como dice Paddy Coulter
"un político corrupto prefiere blogueros a periodistas", algo con lo que estamos de acuerdo. Adjuntamos el reportaje de Informe Semanal "Murdoch, el magnate en el banquillo" sobre el todopoderoso magnate australiano, el escándalo de las escuchas ilegales (que a muchos no importaba cuando se realizaba a actores y futbolistas) y los delictivos manejos de su imperio mediático sobre la verdad y sobre la policía y la clase política británica.


"Un político corrupto prefiere blogueros a periodistas"

La Contra - Lluís Amiguet

Paddy Coulter, investigador del futuro del periodismo y director de Oxford Global Media Tengo 65 años; fui periodista en la BBC y Channel 4 hasta hacerme investigador en Oxford. Nací en Belfast. Casado, dos hijos a quienes habitué a leer prensa: la universidad diaria. En la era digital sólo quedará un periodista de cada tres. Colaboro con el Col·legi de Periodistes.

Indignos del nombre


No todo lo que se publica es periodismo. Coulter niega esa dignidad a The Sun y me lee la portada: "Frankie (de Gran Hermano) quiere montarse un trío". Tacha de "chorizos no periodistas" a los empleados de Murdoch en The News of the World que pincharon los móviles de famosos y realeza. No hubo indignación general por las intimidades violadas de esos vips, pero sí cuando manipularon el buzón de voz de una niña que había sido asesinada. Pero The Sun sigue ganando millones, mientras la prensa de calidad languidece. Y Coulter denuncia otro escándalo silencioso: "La inmensa tragedia de Darfur fue cubierta para todo el planeta por sólo ocho –estos, sí– periodistas".
Caen las ventas de periódicos, las audiencias de televisión y la publicidad. Miles de periodistas pierden sus empleos. Esperamos ver reducido su número a un tercio de los actuales. Un investigador de Columbia los considera "en extinción".
¿No volverán a contratar a periodistas cuando mejore el ciclo económico?
No es una cuestión de ciclo, sino un cambio de modelo de negocio en el que el oficio de periodista tiene difícil encaje. Así que si su hijo le dice que quiere ser periodista, dígale que se haga relaciones públicas –la segunda industria de Gran Bretaña y en aumento–, con lo que tendrá más futuro y sueldo.
¿Qué hay de malo en las PR?
Está bien que haya relaciones públicas, el problema es que sólo haya relaciones públicas. Y no es un problema sólo de los periodistas, sino de los ciudadanos: las democracias vamos camino de no tener más fuentes de información que las interesadas. Y eso incluye a las que sirven a los gobiernos.
¿Por qué?
Se ha roto el contrato social por el que los grandes medios interpretaban la realidad con buen periodismo para las clases medias que, a cambio, pagaban una cantidad ínfima y aceptaban ser receptores de la publicidad.
¿Qué ha pasado?
Los diarios, más que de su venta, vivían sobre todo de la publicidad. Y la publicidad y los contenidos se están separando. Antes, usted leía el diario y de paso recibía publicidad sobre pisos. Hoy, usted busca información en una web y, si se quiere comprarse un piso, busca datos sobre pisos en otra web. Esa publicidad desaparece del diario.
¿De qué vivirá, si sobrevive, la prensa?
Eso investigamos en Oxford. La información como negocio comenzó siendo sólo económica –palomas mensajeras traían noticias de la guerra antes de la apertura de la bolsa– o ideológica, porque muchos periódicos empezaron siendo de partido.
¿Y volvemos a los orígenes?
Los empresarios de la información se acostumbraron a vivir de la publicidad y durante siglo y medio les funcionó. Tanto, que no se han molestado en buscar alternativas.
¿Y qué propone usted ahora?
Lo que vemos es que la prensa económica global sigue siendo rentable. En cuanto a la prensa generalista, para compensar la caída de ingresos, tal vez vuelva a recurrir a la rentabilidad ideológica, como en sus inicios.
¿Volvemos al periodismo de trinchera?
Al conseguir publicidad, los medios que empezaron sirviendo a lobbies y partidos se independizaron de ellos para lograr más audiencia y más anuncios. Ahora la tentación es hacer el recorrido a la inversa y volver a representar sólo a un lobby o a un partido que pague lo que pagaban los anunciantes.
¿No se podrá ejercer el buen periodismo en blogs, Twitter, webs...?
Todo eso es estupendo. Pero si yo fuera un político corrupto o una industria que envenena el agua, dormiría mucho más tranquilo sabiendo que mi único enemigo en potencia son unos cuantos blogueros por libre.
También son necesarios.
Pero sólo los grandes medios tienen prestigio, influencia y difusión para actuar como contrapoder de un gobierno corrupto o equivocado. Sin ellos, la democracia sólo depende de la ética de sus gobernantes.
Que suelen perderla si no les vigilamos.
Además, ¿cómo explicar al ciudadano asuntos complejos pero cruciales, como la crisis de deuda? Sólo periodistas capaces de divulgar sin vulgarizar y de profundizar sin aburrir cumplen esa misión democrática. Periodistas libres de un medio independiente.
Una misión tan necesaria como difícil.
O tal vez vayamos hacia unos pocos medios de élite para un público rico y educado capaz de pagarlos a cambio de tener las claves de cada noticia. El resto deberá conformarse con webs de noticias basura gratuitas.
Los diarios llevamos años ya mudándonos poco a poco a internet.
Por eso, los mejores diarios viven una paradoja: tienen más lectores que nunca, pero también menos ingresos que nunca...
¿Cómo convertir lectores gratis en ingresos que financien buen periodismo?
The Guardian apuesta por la globalización. Ahora por su publicidad en internet cobra una décima parte que por la de su edición de papel. Pero confía en lograr millones de lectores –han enviado a sus mejores plumas a Estados Unidos– hasta conseguir que haya un vuelco y acabe siendo al revés.
Tienen un idioma global: el inglés.
Ustedes tienen el español y podrían aprovechar el enorme tirón de Latinoamérica.
Un diario también es una seña de identidad: el cómplice de una comunidad.
Por eso existe el modelo de valla. Usted entra en la web y topa con una valla que le pide dinero por contenidos. Pero apenas un cinco por ciento sigue y paga. La inmensa mayoría lo deja y busca contenidos gratis.
¿No hay diarios de valla rentables?
Los grandes diarios económicos globales, como The Financial Times y The Wall Street Journal, ya son muy rentables en la red. Con muchos menos lectores –nos tememos que hinchan sus cifras–, en Gran Bretaña The Times y The Sunday Times de Murdoch también ensayan ese camino.
¿Y qué creen que pasará?
De momento estamos muy atentos al auge de las tabletas: iPads y similares, porque los lectores que las usan sí aceptan pagar. Esas tabletas están siendo un respiro.

Informe Semanal - Murdoch, un magnate en el banquillo



El escándalo de las escuchas ilegales del News of the World, ha reabierto el debate sobre dónde deben marcarse los límites para la prensa sensacionalista. Y ha destapado también, las relaciones, muchas veces poco transparentes, entre este tipo de prensa y la clase política o las fuerzas de seguridad.

La conmoción que vive el Reino Unido ha salpicado, esta semana, a la cúpula policial de Scotland Yard, con la dimisión de sus máximos responsables y acorrala a David Cameron, al que recuerdan su amigable relación con el hombre que controla el 37% de la poderosa prensa escrita. Además, esta semana se producía una comparecencia histórica en el parlamento británico, la de Rupert Murdoch, su hijo y la de la mano derecha del magnate, Rebeka Brooks para rendir cuentas por esta crisis, de consecuencias aún incalculables.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Amor (3) All is full of love


En el año 1999, la cantante islandesa Björk lanzaba su album Homogenic. De una de sus canciones, All is full of love, realizó una estupenda versión para su album Greatest Hits. Con ella el video-artista británico Chris Cunningham conformó una delicada master piece en la que conviven con elegancia lo blanco y lo negro, las cuerdas y la electrónica, la fluorescencia y la sensualidad de porcelana de unas máquinas que despiertan al amor, que lo impregna todo.

martes, 22 de noviembre de 2011

Felicidad (2) De felicidad y cerebros felices




Para nuestra segunda mirada a la felicidad incorporamos el último post del interesante blog de Ciencia Retiario, de RTVE, en el que el periodista y biólogo Pepe Cervera nos habla de cómo nuestro cerebro puede coger algunos atajos buscando su felicidad aunque a veces no sea la misma que la que nosotros buscamos.




De la felicidad y los cerebros felices 

22 nov 2011


El placer, y en última instancia la felicidad, son salpicaduras de sustancias químicas en nuestro cerebro: chorreones de endorfinas que nos dan gustirrinín, premiando el tipo de comportamientos que nuestra evolución seleccionó. Haz lo que es bueno para aumentar tu capacidad reproductiva y en lo profundo de tu caja craneana una glándula empapará de activadores la parte de tu cerebro que siente placer. Compórtate como la selección natural quiere durante largo tiempo y el encharcamiento de neurotransmisores se hará semipermanente, proporcionándote la elusiva sensación que llamamos ‘ser feliz’. Lo peor de todo es que en el camino que lleva a esas decisiones nuestro cerebro además hace trampa, escogiendo sistemáticamente la opción menos conflictiva y que ofrece menor resistencia. Es por eso que nuestro órgano de pensar se autoengaña. Y al hacerlo nos engaña a nosotros, sus propietarios; suponiendo que esa distinción tenga sentido. La clave está en el concepto del ‘Cerebro Feliz’, según explica el escritor de divulgación estadounidense David DiSalvo en su recién publicado “What Makes Your Brain Happy and Why You Should Do the Opposite” (qué hace feliz a tu cerebro, y por qué deberías hacer lo contrario).

Resulta que a la hora de trabajar nuestro cerebro es tan vago como nosotros mismos, y tiende a tomar el camino más sencillo hacia su objetivo. Si para resolver el problema, y ser así ‘feliz’, nuestra máquina biológica pensante tiene que tomar algún atajo que no se compadece adecuadamente con la lógica o la verdad, lo hace. Y de ahí surgen una enorme cantidad de problemas de percepción y pensamiento que nos afligen cuando intentamos ser seres incluso moderadamente racionales. Como afirma la reseña del libro realizada por el New Scientist, nada de lo que recordamos, pensamos o sentimos es lo que parece. El almacenamiento de recuerdos está lleno de agujeros que la mente rellena fabricando historias que proporcionan coherencia, pero que no son reales en sentido estricto: por eso dos testigos de un mismo acontecimiento con frecuencia difieren en detalles de su recuerdo.

Nuestro presuntamente racional proceso de toma de decisiones está repleto de pliegues emocionales, como demuestran no pocos experimentos en la nueva ciencia de la Neuroeconomía: cuando creemos evaluar dos opciones diferentes tan sólo por su relación coste/beneficio en realidad estamos justificando para la mente consciente una decisión ya tomada por el cerebro emocional. Y en no pocas ilusiones de percepción lo que ocurre es que el cerebro salta a una conclusión equivocada para ahorrarse el trabajo de calcular la correcta. Muchas de nuestras manías, debilidades y defectos de raciocinio surgen del intento de nuestro cerebro por trabajar menos y conseguir cuanto antes su ‘chute’ de placer.

El problema es que muchas de estas estrategias y atajos no son precisamente beneficiosas para nosotros, aunque el cerebro se haga adicto a ellas y nos las imponga. Es como si contemplásemos el universo a través de un cristal traslúcido que tiene defectos e intereses propios que no siempre coinciden con los nuestros. Es decir, no con los de la parte racional, lógica y equilibrada de nuestra personalidad, esa que tratamos de considerar como la esencia de la mente humana. Lejos de ser ‘enemiga’ de la razón la emoción forma parte fundamental de nuestros procesos intelectuales. Los publicistas y vendedores llevan milenios aprovechando esta influencia emocional, y según avanza nuestro conocimiento de cómo funciona el cerebro por dentro vamos comprendiendo cómo y por qué es así. Entender de qué maneras el cerebro intenta hacer su trabajo menos intenso es vital para que podamos comprender de dónde salen esas predilecciones irracionales y defectos de racionalidad que a veces nos hacen tomar decisiones equivocadas. Contra lo que pudiera parecer nuestro cerebro y nosotros no somos dos entidades separadas. Pero conviene conocer las debilidades de nuestro intelecto provocadas por el modo como funciona ese kilo y medio escaso que nos diferencia del resto del reino animal. Porque de ese modo somos menos esclavos del ‘cerebro feliz’, y por tanto más libres.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Comida (8) Planeta en venta

La crisis financiera que arrastramos desde 2008 ha provocado que el mundo de las finanzas haya visto en la agricultura un nuevo mercado mucho más seguro que la especulación bursátil. Existen varias causas para ello.

A la siempre creciente población mundial se añade que millones de personas de países emergentes como China, Brasil e India se incorporan cada año a las clases medias aumentando su consumo de recursos, también los alimentarios, de la misma forma que grandes potencias del mundo islámico como Qatar y Arabia Saudí buscan asegurar su suministro de alimentos superando las limitaciones de sus recursos naturales. Igualmente masivas plantaciones de monocultivos (la forma menos eficiente de agricultura) son utilizadas para la producción de biocombustibles o para engrosar la especulación de los mercados internacionales de alimentos. Y todo ello a costa de la deforestación de millones de hectáreas de bosques en todo el mundo o desposeyendo de sus tierras a los pequeños agricultores que siempre la cultivaron. Latinoamérica y, sobre todo, el África subsahariana son el objetivo del renovado interés de los inversores por las tierras cultivables, saben que con ese tipo de inversión no existe riesgo de quiebra.



Les ofrecemos un estupendo artículo sobre esta disfunción de nuestros tiempos y el revelador documental "Planeta en venta" dirigido por Alexis Marant (para el canal francés ARTE y emitido por Documentos TV) sobre la carrera de los países ricos por el control de tierras cultivables en las zonas más deprimidas del planeta para la creación de un nuevo orden agrícola mundial.

La fiebre de cultivos perturba África


El País. Andrea Rizzi 30 oct. 2011


La pugna para el acceso al petróleo, al gas y a los minerales es una fuerza subterránea que ha contribuido significativamente a plasmar el mundo moderno. En el siglo XXI, se hace cada vez más evidente que, para comprender las relaciones internacionales, a esos factores habrá que añadir otro: el acceso a tierras fértiles.

La carrera por el control de superficies cultivables está en pleno desarrollo. La poderosa subida de los precios de los alimentos ocurrida en 2007-2008 impulsó el fenómeno. Muchos gobiernos de países dependientes de las importaciones de alimentos se convencieron de la necesidad de reducir su vulnerabilidad comprando o alquilando tierra en otros países. En 2011, tras un par de años de relativa calma, los precios han estado constantemente por encima del pico de 2008, según el índice elaborado por la Organización para los Alimentos y la Agricultura de la ONU (FAO, por sus siglas en inglés). La fiebre de los cultivos sigue ardiendo y, según vaticinan los expertos, no hay visos de que vaya a remitir a corto y medio plazo.

África es el principal escenario de la carrera. La falta de transparencia de muchos acuerdos y la ausencia de fiables registros públicos en varios países impide perfilar estadísticas exhaustivas a escala global acerca del fenómeno. Pero los datos disponibles indican que este es de amplísimas proporciones, con contratos que cubren extensiones de miles de kilómetros cuadrados. Tan solo en Etiopia, Mozambique, Sudán y Liberia, unos 43.000 kilómetros cuadrados fueron vendidos o arrendados a inversores extranjeros entre 2004 y 2009, según datos oficiales recopilados por el Banco Mundial. Se trata de una superficie equivalente al territorio de Suiza. Si se tiene en cuenta que son muchos los países que —en África, pero también en otros continentes— viven experiencias similares, la magnitud del asunto es evidente.

El incremento de la población mundial, la dieta más rica de millones de personas en países emergentes y la creciente cantidad de cultivos destinados a biocombustibles explican la subida del precio de los alimentos y, en gran parte, la consiguiente búsqueda de tierras. Más allá de su dimensión económico-social, este empuje tiene implicaciones geopolíticas.

Una de ellas es el control del agua. “Estas grandes inversiones se sitúan en zonas con un acceso estratégico al agua”, comenta en conversación telefónica Michael Taylor, analista del International Land Coalition, una ONG que sigue de cerca el fenómeno. “Por ejemplo, varios países de las cuencas del Nilo y del Níger son grandes receptores de este flujo de inversiones. Muchos de los contratos firmados en estos países no regulan claramente la cuestión del uso del agua. La utilización del caudal del Nilo ya es motivo de tensión entre Egipto y otras naciones de la cuenca. Cuando todos estos proyectos estén en pleno funcionamiento, son de esperar crecientes extracciones de agua. Hay un alto potencial para que se generen conflictos". Unos 200 millones de personas vivían en la cuenca del Nilo en 2005, y la ONU estima que serán 330 millones en 2030.

Malí, uno de los países por los que pasa el río Níger, vendió o alquiló unos 2.400 kilómetros cuadrados de tierra a extranjeros tan solo en 2010, según datos recopilados por el Oakland Institute. Más de 100 millones de personas viven en la cuenca del Níger. Países que sufren escasez de agua —como Arabia Saudí, Catar o los Emiratos Árabes Unidos— figuran entre los mayores protagonistas de la carrera por la tierra. “Pero también hay otras clases de inversores: países como China o India, que tienen agua para cultivar pero temen que en el futuro su sector agrícola sea incapaz de abastecer a sus grandes poblaciones; y empresas de países occidentales, que quieren tierra para cultivar biocombustibles, o simplemente vender más en el mercado internacional”, observa Taylor. No faltan tampoco inversores que simplemente buscan refugio de las turbulencias del mercado financiero.

La pugna del agua no es la única evidente consecuencia geoestratégica en este fenómeno. También tiene un potencial desestabilizador en la política de Estados en los que la tierra es una cuestión vital, el medio de subsistencia directa de grandes porcentajes de la población.

Disturbios y tensiones

Madagascar es un caso premonitor de lo que puede ocurrir. En 2009, el rechazo a un proyecto para conceder a la empresa surcoreana Daewoo la explotación de una superficie de 13.000 kilómetros cuadrados —aproximadamente la mitad de Bélgica— fue el catalizador de un profundo malestar social que estalló con unos tremendos disturbios que dejaron decenas de muertos. El Gobierno que asumió el poder tras los desórdenes tumbó inmediatamente el proyecto. La frustración de campesinos o pastores expropiados o despojados del derecho de acceso a las tierras ha creado ya tensiones en varios otros países.

Los defensores de esta clase de proyectos alegan que las inversiones permiten crear nuevas infraestructuras, puestos de trabajo y una mejora de la productividad agrícola. Los detractores alertan de que, en la mayor parte de los casos, suponen el desalojo de comunidades enteras, que la creación de puestos de trabajo es muy inferior al número de personas que han perdido su medio de vida, que la exportación de la producción de esos terrenos daña países con mercado alimentarios muy precarios. Varias ONG han denunciado en los últimos años numerosos atropellos a los derechos de las comunidades locales.

Para reducir esos riesgos, el Comité sobre la Seguridad Alimentaria está impulsando un código voluntario de conducta internacional. El comité celebró una sesión en Roma del 17 al 22 de octubre, pero no logró terminar las negociaciones. Olivier de Schutter, relator especial de la ONU sobre el derecho a la Alimentación, alertó de que “está en marcha una carrera entre los inversores [que quieren obtener más terrenos] y la comunidad internacional, que quiere regular este proceso para evitar que tenga consecuencias pavorosas”. “La atmósfera en la negociación es constructiva”, señala en conversación telefónica Duncan Pruett, consultor de Oxfam que asistió a la sesión del CSA. “El problema es que incluso si se llegara a un acuerdo en los próximos meses, ese código voluntario no tocaría en todo caso los factores que impulsan el fenómeno”.

Esos siguen ahí. “Nuestros análisis sugieren que nos espera una fase de volatilidad del mercado de alimentos”, explica George Rapsomanikis, economista de la FAO. “Además, varios casos de restricciones a las exportaciones —como las de India y Vietnam sobre el arroz en 2008, y la de Rusia sobre cereales en 2010/2011— parecen haber reforzado el deseo de autosuficiencia. Hemos pasado de una era en la que se impulsaba un mercado abierto, a otra en la que cada uno quiere protegerse”. Históricamente, actitudes semejantes han terminado a menudo causando graves tormentas en las relaciones internacionales.

Documental Planeta en venta


En los últimos años han cambiado de manos veinte millones de hectáreas y, de seguir la tendencia, decenas de millones seguirán la misma suerte. La crisis financiera de 2008 ha despertado al mundo de las finanzas, que ha visto en la agricultura un nuevo mercado, mucho más seguro que la especulación bursátil.

El repentino interés de los inversores por las tierras cultivables se debe a que se han dado cuenta de que con ese tipo de inversión no corren riesgo de quiebra.

Amenaza de crisis alimentaria

Según las previsiones, la población mundial va a pasar de los 6.500 millones de habitantes actuales a 9.200 millones en el año 2050. "Esto requerirá un aumento en la producción de alimentos y habrá que duplicar la producción agrícola para satisfacer el crecimiento demográfico", explica el Director General de la FAO. Producir más para alimentar al mundo, se convierte así en un negocio rentable.La procedencia de esos inversores es variada: países ricos del Norte, Estados Unidos en primer lugar; muchos europeos; algunos asiáticos, como Japón y Corea, que no son autosuficientes; y también países del Golfo, muy implicados en esta carrera por hacerse con tierras. Igualmente, potencias emergentes como China o India, con necesidades crecientes y medios para cubrirlas.
Mirando al 'Sur'

Los destinos más cotizados por los nuevos inversores son las zonas más pobres del planeta: el continente africano, por su enorme potencial agrícola, Asia Central, América del Sur y Europa del Este.Está en juego la creación de un nuevo Orden Agrícola mundial, con sus ganadores y perdedores. "Es un fenómeno de proporciones alarmantes, un gigantesco Monopoly mundial para la adquisición de tierras de cultivo", dice Olivier de Schutter, Relator Especial de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación.
El documental "Planeta en venta" plantea el debate sobre el beneficio real que obtienen los países propietarios de las tierras con estas inversiones. En la mayoría de los casos, los recién llegados pueden crear una sociedad en horas, importar su propia maquinaria sin pagar aranceles y beneficiarse de exenciones fiscales.Países pobres, como Etiopía, no están en situación de imponer sus condiciones a los arrendadores. Y en el caso de que lo hagan, ¿negocian por el bien de la población o por el de unos pocos?. La respuesta está en los contratos que firman, pero ni los estados ni las empresas extranjeras son transparentes.

El gobierno de Madagascar cayó cuando se constató que iba a arrendar un millón trescientas mil hectáreas durante un siglo, con la única promesa de creación de puestos de trabajo e infraestructuras. Sin ningún pago, impuesto o depósito. Para muchos, se trata de una clara apropiación de tierras que sólo beneficia a las élites locales y a las corporaciones multinacionales y reclaman un marco que obligue a hacer públicos los datos de las negociaciones.

En el año 2009, 50 millones de hectáreas de tierra de cultivo cambiaron de manos en todo el mundo y, actualmente, gran cantidad de superficie de cultivo se encuentra en trámites de venta. Con una población mundial que se prevé alcance los 9.200 millones en 2050 y con una enorme escasez de recursos naturales debida a su sobreexplotación, la actual demanda de alimentos va a aumentar de forma exponencial.

Los problemas de abastecimiento de alimentos, de los que el aumento de precios que se vivió en 2008 y las posteriores revueltas en diversos países en todo el mundo fueron un indicativo, han empeorado desde el comienzo de la actual crisis económica, hace tres años.

La venta masiva de tierras de cultivo a las empresas multinacionales en África y en América Latina ha provocado la expropiación de un gran número de agricultores locales. Desde entonces diversos organismos (entre los que se encuentran gobiernos que dependen mayoritariamente de la exportación para garantizar la alimentación de sus ciudadanos o que temen por su seguridad alimentaria; grandes grupos financieros internacionales; las multinacionales de la alimentación y bancos y fondos de pensiones) han iniciado una carrera frenética por hacerse con tierras de cultivo en cualquier rincón del planeta. Esta importante demanda favorece la especulación, como en el caso de Etiopía, país que recurre a la ayuda internacional para alimentar a su población y que no duda a la hora de vender sus tierras de cultivo.

La cadena de televisión francoalemana ARTE TV ha realizado un documental en tres continentes con el objetivo de mostrar una visión del nuevo orden agrícola internacional. El documental "Planeta en Venta", realizado por Alexis Marant, ha llevado a cabo una rigurosa investigación para informar al público sobre los entresijos de esta carrera por el oro verde, que puede convertirse en la tercera ola de deslocalizaciones después de la industria y los servicios.

Desde la bolsa de Chicago hasta las afueras de Montevideo, las imágenes de "Planeta en Venta" ilustran el fenómeno de la deslocalización agrícola desde diversos puntos de vista. El documental está inspirado en la información que publicaba el periódico estadounidense Financial Times sobre la adquisición por parte de la compañía surcoreana Daewoo de 1,3 millones de hectáreas de tierra de cultivo en Madagascar. Con esta transacción, el 50% de las tierras de cultivo de la isla pasaban a manos coreanas. La noticia y la posterior revuelta popular que se desencadenó y que causó la muerte de numerosos civiles y la caída del entonces presidente Ravalomanana, resultó tan impactante para el director de "Planeta en Venta", Alexis Marant, que este tomó la determinación de llevar a cabo un estudio en profundidad y el posterior documental.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Fantasmas (6) Dos fantasmas breves







Fantasma

El hombre que amé se ha convertido en fantasma. Me gusta ponerle mucho suavizante, plancharlo al vapor y usarlo como sábana bajera las noches que tengo una cita prometedora.
Patricia Esteban Erles









El espinazo del diablo (Guillermo del Toro, 2001)


¿Qué es un fantasma?  Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez, un instante de dolor, quizá. Algo muerto que parece por momentos vivo aún, un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar. Un fantasma, eso soy yo.


lunes, 14 de noviembre de 2011

Música (1) La música en el cerebro



Esta vez el inefable Eduard Punset conversa con con el neurocientífico y profesor de psicología de la música, Stefan Koelsch, de la Freie Universität Berlin, para explicarnos qué dice la neurociencia sobre las emociones evocadas por la música.

Como sabrá quien nos siga, en esta web somos fanáticos musicales y ésta nos acompaña cada día durante varias horas, paseándonos por muy diversos paisajes sonoros y emocionales. Punset y
Koelsch nos hablan de los humanos como criaturas musicales innatas y de qué estructuras cerebrales se nos estremecen cuando la música nos inunda.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Dolor (4) El dolor de la guerra afgana

Los familiares de un soldado estadounidense y el hermano de un civil afgano muertos en un atentado en Afganistán se desgarran del mismo dolor en sus entierros, unidos en la muerte sin saberlo, a medio mundo de distancia.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Extinción (8) Aral, el mar perdido


Aral, el mar perdido

We are water Foundation


Por ello, en los años ochenta, el agua que llegaba a puerto era tan sólo un 10% del caudal de 1960 y el Mar de Aral empezó un proceso de desecación. En consecuencia, el Mar de Aral ocupa actualmente la mitad de su superficie original y su volumen se ha visto reducido a una cuarta parte, el 95% de los embalses y humedales cercanos se han convertido en desiertos y más de 50 lagos de los deltas, con una superficie de 60.000 hectáreas, se han secado.

El proceso de desecación del Mar de Aral es uno de los mayores desastres ecológicos de la historia. Entre 1954 y 1960, el gobierno de la antigua URSS, con la intención de cultivar algodón en la región, ordenó la construcción de un canal de 500 km de longitud que tomaría un tercio del agua del río Amu Daria para una enorme extensión de tierra irrigada. La necesidad cada vez mayor de agua, debida a la mala gestión de su transporte y a la falta de previsión y eficiencia del riego, supuso tomar agua de más ríos que desembocaban en el Mar de Aral.

En lo que respecta al clima, esta desecación ha eliminado el efecto de amortiguador que ejercía la zona en su entorno, por lo que los inviernos y los veranos se han hecho más duros, con el consiguiente aumento de sequías graves. La acción del viento ha desplazado toneladas de arena salinizada, que procede del fondo de la zona desecada, a una distancia de hasta 200 km, lo que ha agravado drásticamente la situación. Para colmo, el uso indiscriminado de fertilizantes y pesticidas contaminó el aire y las aguas freáticas.

El objetivo soviético de que el agua tuviera una salinidad cuatro veces superior al límite establecido por la OMS redujo el nivel de las aguas freáticas de 53 a 36 metros, lo que a su vez causó graves problemas con el suministro de agua potable. Las consecuencias para la salud de la población también han sido muy graves. La región registra la tasa de mortalidad infantil más alta de toda la antigua URSS. La bronquitis crónica ha aumentado un 3000% y la artritis un 6000%. En la región uzbeka de Karakalpakstán las mujeres padecen una pandemia de anemia y el 97% presentan niveles de hemoglobina inferiores a los 110 gramos por litro de sangre que fija la OMS. Los expertos señalan que ello se debe al consumo de agua estancada que contiene zinc y magnesio. En la misma zona de Uzbekistán, de 1981 a 1987, el cáncer de hígado ha aumentado un 200%, el de garganta un 25% y la mortalidad infantil un 20%. Asimismo, los casos de hepatitis, enfermedades respiratorias, de los ojos e infecciones intestinales en la región son siete veces superiores que en 1960.

Todo esto se desencadenó en un periodo de tiempo relativamente breve y lo más dramático de todo es que ocurrió con un desconocimiento internacional casi absoluto. En 2003, unas imágenes por satélite de la NASA mostraron la verdadera envergadura del desastre y lo que muchos científicos ya habían anunciado. Ahora la opinión mundial se está movilizando y estamos empezando a conocer la verdadera dimensión actual de este desastre humano.

En enero de 1994, Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán y Kirguistán firmaron un acuerdo de compromiso asignando el 1% de sus presupuestos a contribuir a la recuperación del mar. Sin embargo, la cooperación entre estos países ha sido mínima. Hoy en día, la zona norte del Mar de Aral se está recuperando ligeramente, gracias al dique Kokaral que construyó el gobierno kazajo para retener el agua que normalmente fluiría hacia el mar en territorio uzbeko.

Actualmente hay varios proyectos previstos, de costes y eficiencia inciertos, y por el momento las acciones que realmente se están llevando a cabo se dedican a ayudar a la población afectada, ya que muchas ONG han iniciado en la zona campañas coordinadas respetuosamente. Uno de los aspectos más interesantes de los posibles procesos de recuperación es que es necesario que los antiguos países soviéticos denuncien los errores que cometieron y revelen el profundo impacto psicosocial de un desastre que se produjo en apenas el tiempo de un relevo generacional.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Demencia (5) Los límites de la razón

Los límites de la razónInforme Semanal 08 oct 2011



La mente humana y sus patologías es uno de los terrenos en los que la ciencia aun tiene trabajo pendiente. Al margen de que hay mucho por conocer sobre las causas de algunas enfermedades mentales, un problema añadido es que siguen siendo un estigma social para quienes las padecen. Los especialistas se esfuerzan en recordar que esos trastornos bien diagnosticados y con un tratamiento adecuado, permiten a los enfermos llevar una vida normalizada, tan solo con algunas limitaciones.

El próximo lunes se celebra el Dia Mundial de la Salud Mental. Por eso hemos querido acercarnos a las historias de quienes se vieron un dia atrapados por una depresión o por la esquizofrenia. Un tres por ciento de la población española sufre algún tipo de trastorno mental grave.

Olvido (4) El arte de olvidar

Todos somos aquello que recordamos. Sostenidos por la memoria nos erguimos sobre la tierra armados de recuerdos. La trama de lo que guardamos germina las semillas de lo que fatalmente seremos. La infinita diversidad del mundo pasará por nosotros pero sólo algunos de sus fragmentos quedarán atrapados en nuestras redes. Seleccionar, retener, descartar, olvidar. Lo que dejamos ir es lo que permite que lo que guardamos tenga sentido. Es el olvido la clave de los recuerdos. Olvidamos para poder recordar. Así, defendemos al cerebro de la saturación y la fatiga. De lo inútil o lo insoportable. Nos protegemos de la locura mediante la selección y el silencio.
Una delicada línea dibuja los mapas de aquello que se establece en la memoria. Un sendero de axones y dendritas humedecidas en sustancias que excitan o inhiben las luces del camino. Una vía rápida y expeditiva para las funciones ejecutivas que pronto disuelve la inutilidad y otra labrada por los años y que los azares de la vida convocan o esconden.

Pero los objetos, los sucesos y las ideas hunden sus raíces a distintas profundidades. Las emociones fundan el arraigo con que las cosas serán recordadas. Lo que se enlaza a los sentimientos más primarios serán los hechos imposibles de olvidar. El terror, la alegría o el amor pintan lo que ocurre con el color de lo imborrable. ¿Quién olvida lo que hacía mientras las Torres Gemelas se derrumbaban? ¿Quién dónde estaba cuándo su hijo nacía? Amarrados a las emociones los recuerdos se resisten a dejarnos. Y se hacen eternos, definitivos; felices o dramáticos.

Estamos abiertos al mundo pero -aún sin saberlo- filtramos el flujo torrencial de sus estímulos. ¿Qué hace que una madre agotada durante un bombardeo pueda dormirse en la calle pero despertar de inmediato si el llanto tenue de su hijo suena bajo el estruendo de las bombas?

Estas líneas que usted ahora lee sucumbirán al olvido implacable en pocos minutos como la mayoría de lo que ha leído a lo largo de su vida. Sin embargo es la lectura el ejercicio más eficaz para entrenar la memoria y prolongar sus funciones a pesar del paso del tiempo. Leer, leer, leer es el consejo del Dr. Iván Izquierdo en su delicioso libro "El Arte de Olvidar". Leer pone en marcha los mecanismos visuales, sensoriales y activa la emisión muda de la palabra recordándonos los escasos siglos que llevamos leyendo sin hablar. La lectura silenciosa es reciente, novedosa y fundamental para ser lo que ahora somos. Es el caldo donde se cuecen la introspección y las auténticas preguntas que nos fundan.


Entre los nueve y los trece meses de edad se produce el período de mayor pérdida neuronal del ser humano. El paso de la marcha cuadrúpeda al bipedestalismo reemplaza la visión horizontal del mundo por otra de mayor altura y alcance. Los circuitos neurales se reconfiguran adaptándose a la posición erecta. El horizonte se hace lejano, el mundo amplía sus dimensiones y se torna inalcanzable. Cada uno reproduce el largo camino de la especie en esos pocos meses.
Es curioso que uno de los complejos mecanismos de la memoria sea la habilidad para construir recuerdos falsos. En ocasiones la falsificación permite hacer la vida más tolerable, el dolor menos dramático y a nosotros menos miserables. Los fantásticos laberintos de la memoria y del olvido circulan como haces de luz las profundidades del cerebro. Más allá de entelequias y fantasías en las que ya no es posible seguir creyendo, la verdad que la ciencia desnuda, lejos de quitar el encantamiento y la maravilla, los refuerza.

Recordar puede ser una bendición o una desgracia. Pero no poder olvidar es siempre una tragedia. Es imperativo el olvido para pensar. Recordarlo todo, sin jerarquías ni síntesis nos hace idiotas memoriosos como el desdichado Funes de Jorge Luis Borges. Para evitar el naufragio en los propios recuerdos el olvido nos ofrece su balsa de silencio. Usted puede soñar con una memoria perpetua, con un registro minucioso de los sucesos y las sensaciones, pero su cerebro lo defenderá de ello. La generalización y las categorías lo habilitan para comprender y transformar. Para no sucumbir al peso brutal de lo diverso y de lo inclasificable.

Usted ya no recordará éstas pobres líneas dentro de algunos minutos. Tal vez eso lo proteja de la insolvencia con que fueron escritas. Pero le propongo un ejercicio: repita muchas veces la cita del infrecuente libro que les dio origen. Hágalo para no olvidar un texto escrito con la elegancia de quien no requiere de las jergas oscuras para ser profundo, ni de la pedantería inútil para tener razón. Recuerde para robárselo -por una vez- al olvido a golpes de voluntad: "
El Arte de Olvidar", Ivan Izquierdo, Editorial Edhasa, no se va a arrepentir.

Daniel Flichtentrei

Documental "El arte de olvidar"
La Noche Temática. "Memoria a la fuga"Enlace
Los recuerdos nos transportan al pasado, nos ayudan a tomar decisiones en el presente y nos preparan para el futuro. Nos hacen ser quienes somos. Pero, ¿qué sucede con los acontecimientos terribles y experiencias dramáticas que tenemos grabadas en la mente y que nos gustaría olvidar pero no podemos?
Los investigadores de todo el mundo están buscando febrilmente la clave de nuestra memoria. En un estudio realizado en Canadá, una simple medicación se utiliza para liberar a la gente de los recuerdos traumáticos.Todos los tratamientos tienen una cosa en común: la memoria se manipula con el fin de liberar a la gente de sus terribles recuerdos.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cerebro e Inteligencia (4) Eduard Punset, el gran interrogador

En nuestra cuarta entrada sobre la inteligencia incorporamos la tercera entrega de la estupenda serie documental "Pienso, luego existo" que La2 realiza sobre algunas de las mentes más brillantes de nuestro país. Tras Marina y Savater, en este caso le toca a otro de nuestros pensadores de referencia desde hace años, Eduard Punset, un individuo muy especial y un fijo de nuestro blog donde tiene hasta etiqueta propia.
Fue abogado, economista y hasta político (desde 1978 hasta 1995), además de otras importantes ocupaciones y desde pequeño, como él cuenta, le gusta hablar con perdices y otros animalitos. Y como casi siempre somos una versión corregida y aumentada del niño que fuimos nunca ha perdido la virtud de la pregunta, la curiosidad por la alteridad y la conversación. Punset lleva años hablando con los mejores científicos y pensadores del planeta divulgando y acercando el lenguaje de las Ciencias en general y las Neurociencias en particular al gran público.

Aparte de haber escrito numerosos libros en los que muestra sus reflexiones sobre el amor, la felicidad, la mente y las emociones, la muerte, la inteligencia y demás ángulos del alma humana (y haber superado un cáncer de pulmón), lleva quince años presentando y dirigiendo el programa de divulgación científica Redes en el que ha ido entrevistando a los científicos y filósofos más preclaros del mundo, configurando todo una obra magna que trasciende las fronteras artificiales entre lo racional y lo emocional, entre las Ciencias y las Humanidades (áreas del conocimiento tradicionalmente estancas), integrando las más variadas ramas del pensamiento y el conocimiento de nuestra especie y nuestro mundo. Un tipo que a sus 74 años sigue dedicando su vida a aprender, a divulgar el conocimiento y a ser feliz. Grande Punset.


El gran interrogador

Texto RTVE.ES
06.10.2011
La biografía de Eduard Punset requeriría por sí misma varios folios, muchos de los cuales se rellenarían tan sólo con enumerar los numerosos premios que ha recibido por su labor como comunicador científico, y los que ha recibido “Redes”, el programa de divulgación científica de La 2 que presenta y dirige. Abogado y economista, Punset (Barcelona, 1936) reflexiona en este programa sobre las emociones, las grandes protagonistas de sus libros.
Precisamente, en el programa hace hincapié en que una de las grandes revoluciones que están empezando es, precisamente, la del aprendizaje social y emocional: “cómo aprender a gestionar, no a apartar o a destruir, sino a gestionar las emociones básicas y universales con las que uno viene al mundo”. Y que “uno de los descubrimientos cotidianos más importantes que la gente pasa por alto es el haber descubierto que hay vida antes de la muerte”.
Especialista también en temas de impacto de las nuevas tecnologías, para él lo más pernicioso es la incapacidad de adaptarse a una realidad nueva, de cambiar de opinión. Lo explica con maestría a sus nietas, a las que menciona en diversas ocasiones durante el programa: “si hasta la estructura de la materia cambia, de sólido a líquido, de líquido a gaseoso, ¿cómo no váis a cambiar vosotras de opinión?"
Un visionario "feliz"
Esa capacidad por preguntar siempre por lo nuevo es lo que lleva a Javier Tejada, catedrático de Física de la Universitat de Barcelona, que colabora en el programa y que ha escrito con Punset “El templo de la ciencia” a definirle como un “gran interrogador”. Y a su hija Elsa Punset, como “un hombre muy visionario”.
Esté en el ámbito en el que esté, comenta Elsa durante el programa, tiene capacidad de ver por dónde van a ir los tiros. Autora junto a su padre de “El viaje a la felicidad”, destaca que en ese libro él escribió “lo que de verdad, lo que a él se le ha dado muy bien durante años, que es la felicidad”. “Ha nacido con esa capacidad para gozar. Desde luego la felicidad es un tema que a él se le da bien”, resalta.
Ramón Perelló, su editor, por su parte, cree que la ciencia y los científicos necesitan a autores como Punset, por el gran esfuerzo de comunicación que hace para contar al mundo su trabajo. La ciencia que es, para Punset, “la utilización de un método que somete cualquier tesis a la comprobación y la prueba” y su gran aportación, “introducir la incertidumbre en un mundo de dogmas”.
Las tres cosas que ha aprendido

La felicidad ha ocupado buena parte de sus reflexiones, una felicidad que está “en la sala de espera de la felicidad”, como la belleza, sostiene, “es la ausencia de dolor”. Tiene claro además que elegiría si tuviera que escoger las tres cosas que ha aprendido a sus 74 años: la primera, “que hay muchas preguntas sin respuesta, y que eso se tiene que aceptar”; la segunda, “que hay vida antes de la muerte”; y la tercera, “que es bueno cambiar de opinión”.

“En contra de lo que cree mucha gente, es más fácil conocer a otro que conocerse a sí mismo”, concluye, y, como buen divulgador científico, le encuentra la explicación: “es lógico: el cerebro está acostumbrado a percibir lo que está fuera y no lo que tiene dentro; lo que tiene dentro no tiene ni idea”.

martes, 1 de noviembre de 2011

Amor (2) El enamoramiento, en 500 días juntos

Genial escena de la muy recomendable película "500 días juntos" (500 days of Summer, de Marc Webb), enmarcada por la canción You Make My Dreams, de Hall & Oates. El amor y sus encantamientos, en todo su esplendor.