Del blog sobre política internacional Guerra Eterna, de Iñigo Sáenz de Ugarte, importamos su entrada ¿Cómo se sostiene el pensamiento único sobre las drogas? sobre los turbios manejos electoralistas del gobierno británico respecto al endurecimiento de las leyes contra el cannabis, contradiciendo la opinión de los científicos que los asesoran.
¿Cómo se sostiene el pensamiento único sobre las drogas?
¿Están obligados los médicos que asesoran al Gobierno en la lucha contra las drogas a apoyar todas sus medidas incluso si son cuestionables desde el punto de vista científico? ¿Incluso cuando lo hacen para ganar votos? El Gobierno británico sostiene que sí.
Las relaciones entre el Gobierno y la comunidad científica implicada en la lucha contra las drogas atraviesan su momento más difícil tras la destitución el viernes del director del consejo que asesora al ministro de Interior sobre este tema. David Nutt cuestionó la decisión del Gobierno de elevar la peligrosidad del cannabis en la lista de drogas. Más de la mitad de los miembros del consejo se plantea presentar una renuncia colectiva dentro de una semana en la próxima reunión del grupo. Dos de ellos ya dimitieron este fin de semana.
“Fue destituido porque no se puede asesorar al Gobierno y al mismo tiempo hacer campaña contra una decisión del Gobierno”, dijo ayer el ministro Alan Johnson.
¿Hacer campaña? Un médico, en este caso psiquiatra, habla sobre daños a la salud con datos. ¿Eso es hacer campaña? ¿Como subirse a un cajón y empezar a dar gritos con un megáfono?
Los políticos no toleran que nadie ponga en solfa el discurso único sobre las drogas. Ni cuando se comprueba que no funciona ni cuando alguien demuestra que no está basada en lo que sabe la ciencia.
Nutt no es el único que opina que son razones políticas y de imagen, y no médicas, las que han sostenido algunas decisiones del Gobierno. El destituido afirmó que la relación entre el consumo de porros y el riesgo de sufrir enfermedades psicóticas es muy reducido, contra lo que ha dicho en varias ocasiones el Gobierno. También dijo con datos científicos en la mano que el cannabis es mucho menos dañino para la salud que el alcohol y el tabaco.
Los políticos no toleran que nadie ponga en solfa el discurso único sobre las drogas. Ni cuando se comprueba que no funciona ni cuando alguien demuestra que no está basada en lo que sabe la ciencia.
Nutt no es el único que opina que son razones políticas y de imagen, y no médicas, las que han sostenido algunas decisiones del Gobierno. El destituido afirmó que la relación entre el consumo de porros y el riesgo de sufrir enfermedades psicóticas es muy reducido, contra lo que ha dicho en varias ocasiones el Gobierno. También dijo con datos científicos en la mano que el cannabis es mucho menos dañino para la salud que el alcohol y el tabaco.
Nutt no es partidario de la legalización del porro. Está convencido de que es perjudicial y de que hay que intentar reducir su consumo entre los jóvenes. El alarmismo y las medidas represivas no van a conseguirlo. Tampoco si se exagera al explicar los daños que causan las drogas en la salud. En una conferencia que deterioró su posición en el Ministerio, Nutt sostuvo que la relación entre el consumo continuado de cannabis y la esquizofrenia no es alarmante. De hecho, mientras el consumo de cannabis ha aumentado de forma significativa en los últimos 30 años en el Reino Unido, por el contrario la incidencia de la esquizofrenia es mucho menor entre la población.
Por eso, cree que es contraproducente, por no ser creíble, la decisión del Gobierno en febrero de este año de pasar el cannabis de la categoría C a la B (en la A están la cocaína y la heroína). Años atrás, el Gobierno laborista pasó el cannabis de la B a la C, pero hace unos meses la entonces ministra Jacqui Smith la devolvió a la B, a pesar de que el consejo se mostró en contra por razones científicas. Pero, claro, los médicos no se presentan a las elecciones ni tienen que resistir el acoso de la prensa sensacionalista. El Gobierno laborista tiene la vieja costumbre de funcionar a golpe de titular de tabloide.
Enlaces relacionados:
Vocabulario Fundamental (II) Marihuana, el gran amplificador
Vocabulario Fundamental (I)
Por eso, cree que es contraproducente, por no ser creíble, la decisión del Gobierno en febrero de este año de pasar el cannabis de la categoría C a la B (en la A están la cocaína y la heroína). Años atrás, el Gobierno laborista pasó el cannabis de la B a la C, pero hace unos meses la entonces ministra Jacqui Smith la devolvió a la B, a pesar de que el consejo se mostró en contra por razones científicas. Pero, claro, los médicos no se presentan a las elecciones ni tienen que resistir el acoso de la prensa sensacionalista. El Gobierno laborista tiene la vieja costumbre de funcionar a golpe de titular de tabloide.
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