martes, 23 de febrero de 2010

Comida (3) Y las redes atraparon agua

Ya en aquella entrada Vocabulario Fundamental (II) Usos y abusos de la pesca nos ocupamos de los excesos cometidos, desde hace mucho tiempo, en las pesquerías de todo el mundo sobre casi todas las especies comestibles que pueblan los mares de todo el mundo y hacíamos especial hincapié en la preocupante situación en la que se encuentran dos especies emblemáticas como son el atún rojo y muchas especies de tiburón.

Sin embargo volvemos al tema para completar nuestra visión sobre la cada vez más crítica situación del sector pesquero mundial en general y el atún rojo en particular a rebufo . Para ello nos adherimos a la campaña que la organización ecologista WWF / Adena está realizando en estos días recogiendo firmas para pedir al presidente Zapatero la implicación firme de España en el apoyo a la propuesta para incluir al atún rojo en el Anexo I de CITES (Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre) en su 15ª Conferencia que tendrá lugar en Doha (Qatar) entre los días 13 y 25 de marzo.

Seguidamente les ofrecemos información relevante de WWF
sobre la situación de este esencial, magnífico y cada vez más escaso animal, el estupendo artículo Y las redes atraparon agua escrito por el naturalista Joaquín Araújo en su blog Tierra (del diario El Mundo) y terminamos la entrada con el revelador documental del año 2009 -subido por Bizzentte, as usual- The end of the line (Salvemos el mar), que nos ofrece una impactante visión de la lamentable situación de este fundamental vector de la alimentación humana que es la pesca a través de algunos de los más flagrantes casos de expolio a los océanos, mediante la captura, hasta casi el exterminio, de algunas de las especies animales que los habitan lo que no sólo es un obvio acto contra natura sino que nos acerca un poquito más al precipicio.

En Redacción a todos nos gusta (y mucho) la buena comida y el buen pescado y reconocemos que el atún rojo está estupendo pero pensamos que no sólo tenemos que dejar que se recupere para que algún día pueda volver a ser parte de nuestra alimentación sino para que simplemente pueda volver a ser.


WWF - Atún rojo, una especie en peligro

Las poblaciones de atún rojo han descendido de forma alarmante en las últimas décadas. No sólo está afectando al atún rojo del Atlátnico, sino también el atún rojo del Pacífico y el del sur. En todos los casos, el descenso ha sido inducido en gran parte por la demanda japonesa de sushi y sashimi.

Existen 2 poblaciones de atún rojo del Atlántico. La reserva occidental más pequeña ha descendido en casi un 90% desde los años 70 y ha sido clasificada como gravemente en peligro de extinción. La reserva oriental más grande, con desoves en el mar Mediterráneo, está clasificada actualmente como en peligro de extinción, pero de hecho está en peligro de extinción comercial y biológica total. Ambas poblaciones están siendo sometidas a pesca excesiva de forma sistemática.

Capturas en el Mediterráneo

Una gran flota de avionetas y helicópteros de avistamiento del atún sobrevuelan el Mediterráneo. Esta flota aérea se está utilizando de modo rutinario en la actualidad para localizar bancos de esta especie. Desde 2001, el uso de flotas aéreas en busca de bancos de atún durante su tiempo de desove en el mes de junio es ilegal. Sin embargo, se han observado vuelos ilegales durante este mes, en el espacio aéreo de Libia así como en las costas de Malta y la isla de Lampedusa, Italia.

¿Cómo operan estas flotas?

Una vez que se ha localizado un banco, los buques de pesca se movilizan para la captura. La mayoría son capturados por flotas de cerqueros industriales muy avanzados tecnológicamente y de palangreros. También funcionan algunas pesquerías más pequeñas, tal como las de almadraba convencionales, así como pesquerías ilegales con red de deriva en algunas zonas, como en el Golfo de León.

La mayor parte de las capturas con red de cerco se realizan desde mayo hasta mediados de julio cuando se cierra el periodo de pesca por un mes. Estas flotas realizan capturas enormes: por ejemplo: durante el 2004, en apenas dos meses se capturó la increíble cantidad de 25.000 toneladas de atún rojo, casi el 80% del cupo total de todo el Mediterráneo y el este del Atlántico. La mayoría de estas capturas son transferidas a jaulas para su posterior engorde.
Resulta alarmante que las capturas de atún rojo en el Mediterráneo estén actualmente muy por encima de los límites del cupo, principalmente por una mayor demanda de atunes criados en granja. Los pescadores tampoco están haciendo caso de los límites de tamaño y capturan también grandes cantidades de ejemplares jóvenes. Las flotas responsables de actividades de pesca ilegales pertenecen a países del Mediterráneo.

Capturas en el mar


Ni siquiera el atún rojo del Atlántico que sale con vida del Mediterráneo después de la estación del período de alimentación está a salvo de los buques de pesca. La especie es un objetivo allí donde sea abundante, ya sea a lo largo de las costas norteafricanas y europeas, el Atlántico oriental el Atlántico occidental y a lo largo de la costa norteamericana. En la última década, las pesquerías de atún rojo también se han desarrollado en el Atlántico Norte central, donde estudios recientes de etiquetado han demostrado que se concentran atunes tanto de poblaciones del oeste como del este.

¿Cómo puedo ayudar a proteger esta especie?

A menos que se tomen medidas urgentes, el atún rojo desaparecerá pronto del Mediterráneo. La mejor solución para proteger el atún rojo es que se capture de forma legal y con un tamaño de más de 30kg. Sin embargo, es prácticamente imposible para el consumidor saber si este ha sido capturado de forma legal o no, o si se trata de un ejemplar joven.

Por eso, hasta que la ICCAT acuerde un plan de recuperación satisfactorio, WWF le aconseja firmemente evitar el atún rojo procedente del Mediterráneo, a menos pueda comprobar que haya sido capturado mediante métodos sostenibles como las almadrabas de atunes tradicionales de Andalucía en el sur de España. Estas son otras recomendaciones:

...cuando vaya a su restaurante japonés favorito para tomar sushi y sashimi

Compruebe con el dueño del restaurante dónde se surte de atún rojo. Si es del Mediterráneo, WWF le recomienda que lo evite, a menos que el dueño del restaurante pueda demostrar que ha sido pescado de forma sostenible.
...cuando vaya a la pescadería para comprar atún troceado

Pregúntele al pescadero si el atún procede del Mediterráneo. Si es así, no lo compre. Pídale que no venda atún rojo del Mediterráneo hasta que la ICCAT acuerde un plan de recuperación estricto o a menos que haya sido capturado de modo sostenible. 
Si desea comprar una lata de atún en el supermercado para un bocadillo o una ensalada, no se preocupe, casi nunca encontrará atún rojo en una lata. La mayoría de los atunes enlatados son atún de aleta amarilla o bonito de altura.


Consumidores y restaurantes de toda Europa apoyan el boicot de WWF al atún rojo

En noviembre de 2008, WWF entregó en Marrakech (Marruecos) al Presidente de ICCAT las firmas de cerca de 16.000 ciudadanos de 149 países que unieron su voz a un gran número de restaurantes, chefs y supermercados europeos que apoyaban el boicot de WWF al consumo de atún rojo. Los ciudadanos que participaron se comprometían a no consumir esta especie amenazada hasta que las poblaciones se hayan recuperado, estén bajo control y sean gestionadas de forma sostenible. Prestigiosos cocineros españoles, franceses y británicos ya se han sumado también a esta iniciativa por la conservación del atún rojo, así como los principales distribuidores europeos.

El boicot de WWF, y otras muchas ONG, tiene dos objetivos principales:

1.- Disminuir la demanda de esta cotizada especie y no ser partícipe de su colapso.
2.- Presionar a la flota industrial y a las Administraciones pesqueras para que trabajen en un plan de recuperación que se base en las recomendaciones científicas.En 2009, más de 500 chefs franceses anunciaron conjuntamente a través de Eurotoques —la Asociación Europea de Cocineros— que renunciaban a ofrecer atún rojo ante la gravedad de la crisis pesquera. En esta misma línea, desde enero de 2010, los 475 establecimientos de lujo en 57 países de todo el mundo, asociados a Relais et Châteaux, no ofrecen atún rojo en sus cartas.

Por otra parte, en España restaurantes de reconocidos cocineros españoles, como Arzak, Martín Berasategui o Carme Ruscalleda, forman parte de esta cadena. A esta iniciativa se han unido también las principales cadenas de distribución en la UE y España: Auchan, Carrefour, Mercadona, Coop, Migros, etc.

La iniciativa pretende suspender el consumo de atún rojo, hasta que las poblaciones estén bajo control y se gestionen sosteniblemente, para evitar así el colapso de la especie.

Los cocineros apoyan el boicot


Sergi Arola, desde su restaurante Sergi Arola Gastro, destaca: “El atún rojo se encontraba entre los productos estrella en mi cocina desde hace años. Sin embargo, su crítica situación me ha llevado a retirarlo de la carta para asegurarme de que mis clientes van a poder seguir disfrutando de este manjar en el futuro”. Y añade: “creo que es mi deber moral y mi obligación. Esta actitud la hago extensiva a otros productos en similares circunstancias y, muy especialmente, al tiburón, animal imprescindible para el equilibrio del medio marino, tal y como lo conocemos”.

Por su parte, Darío Barrio, de Dassa Bassa, también secunda esta opinión y subraya: “considero que es mi responsabilidad no sólo cuidar la calidad de los productos, sino también su sostenibilidad. Si queremos salvar al atún de su extinción comercial, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Por eso, he decidido apoyar la campaña de WWF España y dejar de usarlo a la hora de elaborar los platos en mi establecimiento”.

Asimismo, Karen Bell, de Memento, insiste en que: “No es realista, ni siquiera viable, seguir consumiendo atún rojo al mismo ritmo que antes, como si nada pasara. Sus poblaciones están en serio peligro y tenemos que actuar en consecuencia. Estoy convencida de que los primeros en dar ejemplo a los consumidores debemos ser los cocineros. Esta es a razón por la que me he sumado al boicot al atún rojo propuesto por WWF”.

WWF asiste a esta reunión de ICCAT como observador en una delegación de varios miembros con el objetivo de influir en las negociaciones que están teniendo lugar en este foro. La organización pide la puesta en marcha de varias medidas para evitar la extinción comercial del atún rojo. De un lado, cerrar la pesquería, hasta que se encuentre bajo control y se den las condiciones para gestionarla de manera sostenible. De otro, establecer un auténtico plan de recuperación que, basándose en datos científicos, suponga un recorte drástico en las cuotas de pesca y en la capacidad de las flotas. Un plan que debe reducir el periodo de pesca, prohibiéndola durante los meses clave de la reproducción, especialmente, durante mayo y junio.

Por último, WWF solicita también la creación de santuarios, para proteger las áreas clave para la reproducción de la especie, en el Mediterráneo, como las aguas de Baleares, el Mediterráneo Oriental y Central. Es importante señalar que en el caladero de Baleares, tradicionalmente el más importante del mundo en atún rojo, las capturas han caído un 85%, desde 2000.

S
egún Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España: “No queda tiempo para el atún; ICCAT es responsable de la situación actual y se juega su credibilidad y su futuro como organismo pesquero”. Y concluye: “La Unión Europea, con más de la mitad de la cuota mundial de atún rojo, no puede seguir impidiendo el establecimiento de medidas de conservación en la pesquería. España tiene la clave para que se produzca un cambio de actitud en la UE”.



Joaquín de Araujo - Y las redes atraparon agua




No conseguimos incorporar, con unos mínimos de rigor, lo de que si extraemos más de lo que ingresamos el resultado es deuda y no progreso, ni riqueza, ni, mucho menos, vivacidad. Con todo, buena parte de nuestro modelo –y lo sabemos desde hace más de un siglo - se basa en despreciar todos los límites. Comenzando, además por los nuestros, los individuales.

Superar es la tentación en la que caen los unos y los otros, con las consecuencias bien conocida: hay demasiados perdedores. Tantos que llega a perderse la fuente que proporcionaba precisamente perdedores a superar. En pocos ámbitos queda tan rotundamente comprobada esta ley ecológica, pero no menos del más elemental sentido común, como en lo relacionado con la productividad biológica de los mares y océanos. Los caladeros mundiales no consienten ya más que la disminución drástica de las capturas. Cuando casi todo, en este modelo tan suyo, persevera en la idea de que si el crecimiento no es notable –y por supuesto año tras año – todo se desmorona.
Hasta que su incongruencia y la eterna avidez chocan con el desmoronamiento. No han bastado ni los bisontes americanos, ni las anchoas del cantábrico para aleccionarnos. El atún rojo es el que ahora cobra actualidad por los mismos motivos.
En cifras concretas y muy recientes queda demostrada la bancarrota de estos túnidos. Durante los primeros años 90 del pasado siglo los armadores, sobre todo franceses y españoles, se lucraron largamente con las capturas que rondaban las 15.000 toneladas.

En los últimos ejercicios a duras penas superan las 2.000. Los científicos, es más, han estimado que las capturas resultan 3,5 veces mayores que lo aceptable para la recuperación de la especie. Recordemos que los atunes rojos no sólo proporcionan un demandado manjar, sino también uno de los mejores ejemplos de comportamiento sofisticado, fisiología heroica y un modelo de utilización del espacio y de los recursos alimentarios capaz de enseñarnos precisamente a beneficiarnos con sensatez de la productividad biológica del océano.

Por todo ello, debemos apoyar la prohibición de la pesca y comercialización industrial de estos. Se impone el que garanticemos el futuro de nuestros caladeros y de las especies que en ellos medran. Es más, resulta del todo urgente y necesaria la creación del santuario marino para el atún rojo que incluya buena parte de las aguas situadas al sur y oeste de las Baleares, pues ha quedado de sobra demostrado que allí se inicia la continuidad de la vida de esta especie. Demos esta oportunidad a tan asombroso producto de la historia de la vida.

The end of the line (Salvemos el mar)

Documental que denuncia, a través de impactantes imágenes, el daño que la sobrepesca está haciendo a los océanos y las consecuencias globales que puede tener en la biodiversidad marina y en nuestra propia vida.

Filmado durante más de dos años siguiendo las investigaciones de Charles Clover, periodista del Daily Telegraph, el documental examina la inminente extinción del atún rojo, fundamentalmente producida por el aumento de la demanda occidental de sushi, y revela que si el sector de la pesca no se regula, en el año 2048 podrían haber desaparecido de nuestros mares todos los peces comestibles, lo que provocaría una hambruna que afectaría a millones de personas y dejaría en paro a todo el sector pesquero mundial.

Hay, sin embargo, un mensaje positivo: la sobreexplotación se podría evitar mediante la regulación de la industria y la protección de ciertas áreas a fin de conservar los recursos naturales...

La película relata cómo fueron esquilmados los caladeros de bacalao del Norte en Alaska, explica cómo las nuevas tecnologías de las flotas de altura no dejan escapatoria a los bancos de peces o de qué manera la acuicultura como solución es un mito ya que es necesario pescar para alimentar a las crías de estas granjas.

La responsabilidad de la situación de la fauna marina, recae en el documental en los consumidores que compran especies en peligro sin saberlo, los políticos que ignoran las advertencias de los científicos y los pescadores que incumplen las cuotas y la normativa, así como a la industria pesquera mundial por la lentitud en su reacción "que está acelerando el desastre". El documental subraya
la importancia de conocer el origen del pescado que se adquiere, para que cada ciudadano pueda estar seguro de que lo que consume procede de una pesca sostenible y no es una especie en extinción.

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