lunes, 8 de diciembre de 2008

Deus Ex Machina (1) Que rompa sus cielos...

Deus ex machina (lat) AFI: [ˈdeːus eks ˈmaːkʰina]) es una expresión latina que significa «dios surgido de la máquina», traducción de la expresión griega «απó μηχανῆς θεóς» (apó mekhanés theós). Se origina en el teatro griego y romano, cuando una grúa (machina) introduce una deidad (deus) proveniente de fuera del escenario para resolver inopinadamente una situación.


No podía estar pasando

Ese partido no podía estar pasando.

De verdad. La imagen de equipo decadente, descosido, que arrastra la camiseta del Madrid por campos propios y ajenos la llevan dando toda la temporada pero lo del primer tiempo del partido del domingo ayer era pura comedia bufa. Se me antojaba hasta complicado lograr, como ha hecho Schuster, sacar tan patético fruto de un equipo en el que jugaba gente como Casillas, Gago, Robben, Van der Vaart, Higuaín o Sergio Ramos. Este fulano sigue demostrando, partido tras partido, rueda de prensa tras rueda de prensa que le viene grande entrenar al Madrid. En la segunda parte por lo menos sacaron el orgullo y la vergüenza torera y tuvo que llegar el enésimo atropello arbitral para que, porca miseria, el Madrid muriera, esta vez en la orilla.
Entre los mejores, Higuaín, afortunadamente consolidándose como toda una realidad. Creciendo, adquiriendo un peso cada vez mayor en la plantilla. Un crack en ciernes y uno de los pocos aciertos en política de fichajes por parte del, hace un poco de gracia repetir el soniquete, héroe de la Séptima, Mijatovic. Y Robben, demostrando entre lesión y lesión cómo en esto del fútbol lo principal ya está inventado y el desborde de los extremos por las bandas sigue siendo una de las suertes más estéticas y eficaces para romper las defensas contrarias.

Y esa bronca de seis horas en la asamblea y ese presidente cobarde y paranoico, que, tras el bochornoso affaire de las primas continua, con la tenacidad y contumacia que provoca el cretinismo, con su antología del disparate al apoyarse en esos ultras de mente tan renacentista que tiene el Madrid para sacar adelante las cuentas.

En fin, para ilustrar un poco más el asunto reseñamos un buen artículo de Santiago Segurola con el que más o menos coincido, salvo en que se me escapa por qué piensa que en algún momento el retarded Ramón Calderón haya hecho "un pequeño arte de la ironía" o tenido un "sentido británico de la distancia".

Lo que tenía que hacer Calderón es procurar una auditoría transparente de las cuentas, intentar acertar con los refuerzos invernales para al menos clasificarnos para la Champions y poner una fecha que por una vez esté bien pensada para celebrar elecciones anticipadas al finalizar la temporada. Y dejar de destrozar la imagen del club con su sola presencia.

Y el sábado, el Barça. Hace años que no hay una diferencia tan grande entre los dos grandes rivales de la Liga. Ojalá me callen la boca, pero es que imagino a ese Messi encarando ¿a quièn? en el lateral izquierdo y ese Eto'o con sangre en la mirada, apostándose entre ellos a ver quien nos mete más chicharros y yo rogando para que algo ocurra, una tormenta divina, un deux ex machina climático que se abata sobre Barcelona, rompa sus cielos y el partido y nos permita salir de ese avispero no demasiado humillados.

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