En este blog ya habíamos tratado hace cinco años (con el documental 'El hombre del tanque') la revolución civil que, durante siete semanas en 1989 llevó a centenares de miles de chinos, centralizados en Pekin y la plaza de Tiananmen pero no sólo allí, a reclamar reformas democráticas en el régimen comunista dirigido por Deng Xiao Ping, en un intento de que el país se uniera a la ola de apertura que vivía entonces Europa del Este.
Sin embargo, el brutal aplastamiento a sangre y fuego de la revuelta el día 4 de junio por parte del ejército además de la represión que sobre los participantes en las protestas siguió en las semanas siguientes, sirvieron no solo para conmocionar a los manifestantes sino a todo el país, dejándole en una sumisión total. El propio régimen comunista se encargaría en los años siguientes de crear el gran tabú, el ocultamiento y olvido forzado de lo que allí ocurrió. Aquellos hechos mostraron al mundo los excesos del comunismo chino e hicieron temblar los cimientos del régimen, haciéndole aún más cerrado y paranoico.
Sin embargo, el brutal aplastamiento a sangre y fuego de la revuelta el día 4 de junio por parte del ejército además de la represión que sobre los participantes en las protestas siguió en las semanas siguientes, sirvieron no solo para conmocionar a los manifestantes sino a todo el país, dejándole en una sumisión total. El propio régimen comunista se encargaría en los años siguientes de crear el gran tabú, el ocultamiento y olvido forzado de lo que allí ocurrió. Aquellos hechos mostraron al mundo los excesos del comunismo chino e hicieron temblar los cimientos del régimen, haciéndole aún más cerrado y paranoico.
Ahora, tres décadas después, con China convertida en una de las grandes potencias mundiales nada en la plaza de Tiananmen recuerda aquellos acontecimientos. Los chinos han aceptado la falta de libertad a cambio del progreso económico, salvo en Hong Kong. Sus habitantes no quieren renunciar a su autonomía de pensamiento y acción, su rebeldía es el mejor homenaje a los miles de chinos que hace 30 años perdieron su vida y su libertad en la legendaria plaza pequinesa.
Un estupendo documental en dos partes dirigido por Ian McMillan (y emitido en La Noche Temática) nos lleva otra vez a aquellas semanas libertarias gracias a los testimonios de testigos presenciales y a la filtración sin precedentes de miles de documentos internos del Partido, conocidos como los Papeles de Tiananmen, para poder comprender la verdad sobre lo que sucedió en aquellas siete semanas de primavera.
Tiananmén: el pueblo contra el partido
La plaza de Tiananmen representa el poder absoluto. Todas las decisiones que afectan a la vida de 1.500 millones de ciudadanos chinos se toman aquí. En los años 80 la dictadura represiva del partido era cada día más cuestionada y en 1989, durante siete semanas, estudiantes de todas las universidades se manifestaron aquí, pedían reformas democráticas.
El 5 de junio de 1989, la imagen de un hombre deteniendo un batallón de tanques en Pekín, conmociona al mundo. 24 horas antes, la ciudad había sido testigo de escenas de un horror inimaginable. El Ejército Popular había rodeado la plaza de Tiananmen preparado para matar. Lo que había comenzado como una protesta pacífica de los estudiantes pidiendo libertad, había terminado siete semanas después en una matanza.