jueves, 27 de enero de 2011

Placer (2) Orgasmo, la sublimación del placer


El orgasmo en nuestro cuerpo y nuestro cerebro

Rejuvenece cuerpo y espíritu, reequilibra internamente, favorece la circulación, hasta es bueno para el cutis. Cuando el cuerpo empieza su juego de tensiones y distensiones, de hormigueos y estremecimientos, con la dopamina y la oxitocina fluyendo en barra libre por nuestro cerebro hasta alcanzar la cima del goce con ese momentazo, el orgasmo. En él se suceden esos instantes sublimes en los que el placer toma el poder de nuestro cerebro y organismo. La petite mort, que dicen acertadamente los franceses.

Intercambiar orgasmos con alguien a quien quieres y deseas es una de las mejores experiencias más que puede tener un ser humano. Y ya no digo si le pones el turbo-boost de la marihuana... Este redactor sabe que cuando vaya a palmar y se le pase por la mente el powerpoint con los momentos cumbre de su vida, algunas las filminas corresponderán a algunos polvos gloriosos culminados por estas fugaces epifanías de placer infinito.

En fin, si se puede definir algo por su contrario existencial, digamos que un orgasmo es simplemente lo más opuesto a Esperanza Aguirre. Les dejamos con un breve video de Redes que nos explica la fisiología del asunto. Y como aquí en su blog amigo creemos que cuando una persona deja de disfrutar orgasmos con cierta regularidad algo dentro se le agosta y achica y se le frunce el carácter, animamos a nuestros lectores a darse el gustazo de disfrutar más orgasmos, a ser posible provocados por alguien a quien deseen y si no autoinflingidos, pero en la medida de lo posible, corránse amigos, córranse.

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