Este documental que les ofrecemos en nuestra séptima entrega sobre el lobo es una obra sin ánimo de lucro que pretende acercar al gran público la problemática de conservación de este animal en la Península Ibérica, así como proponer medidas de conservación que permitan su viabilidad a largo plazo. En él hablan biólogos, naturalistas y conservacionistas así como ganaderos, cazadores y pastores, todos los actores (menos las Administraciones que, en su oscurantismo, habitual declinaron hacer declaraciones a los realizadores del documental) del gran drama que supone la lucha por la supervivencia del lobo en nuestros montes.
El acoso al que se ve sometido por parte de administraciones, cazadores y ganaderos, la nula persecución por parte de la ley de un furtivismo psicópata que campa a sus anchas y la presencia de cebos envenenados están diezmando las poblaciones de lobos en los lugares en los que aún sobrevive. Las injustificadas masacres de lobos en el Barbanza y en el Parque Nacional Picos de Europa han indignado a los grupos ecologistas que llevan tiempo exigiendo la adopción por parte de los ganaderos de medidas preventivas.
En el caso de Picos de Europa clama al cielo que un parque nacional en vez de dar cobijo y preferencia a los animales salvajes se vea invadido por rebaños dejados sin vigilancia que devoran pastos y vegetación impidiendo la regeneración y desarrolo natural del ecosistema del parque. El porcentaje de cabezas de ganado afectadas por el lobo es ínfimo (hace dos o tres años había datos oficiales que hablaban de un 0'5%) y el de muertes por causas naturales de este mismo ganado es del 5%, -cifras que dimensionan claramente el problema- y además las indemnizaciones se pagan, tarde, pero se pagan, pero es más fácil tirar de demagogia y miedos ancestrales y como siempre hay taradillos con ganas de matar, así le van las cosas al gran cánido salvaje ibérico. El que uno de los lobos abatidos en este parque, de nombre Marley, estuviera marcado y tuviera un GPS de seguimiento científico para rastrear sus movimientos por satélite -por lo que la dirección del parque pagó 125.000 euros-, sólo le añade aún más sarcasmo a este atentado contra la vida salvaje.
En este blog queremos resaltar la importancia del papel ecológico del lobo ibérico y lo vital que es su protección en estos tiempos en los que es acosado al norte y sur del río Duero por gentes con la mente inyectada en odio contra este animal, tan fundamental para los ecosistemas como para el alma de muchas personas.
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