lunes, 19 de noviembre de 2012

Planeta Tierra (10) 'Human Planet', de la BBC

Hoy publicamos en nuestro blog una magnífica serie documental de la BBC (narrada por John Hurt) sobre los disitintos pueblos humanos que han colonizado los más diversos y extremos ecosistemas de nuestro planeta. Son ocho capítulos en los que podremos contemplar la relación entre los seres humanos y el entorno natural en el que habitan, cómo animales y humanos han tenido que adaptarse los unos a los otros para poder sobrevivir. Una serie imprescindible. 


Siguiendo los pasos de los grandes documentales de historia natural, "Planeta Humano" es una celebración épica e íntima sobre la desafiante relación entre los seres humanos y la naturaleza. Somos los últimos animales, la especie más exitosa. Los únicos capaces de adaptarse a todas las condiciones ambientales: desde el gélido Ártico, hasta las húmedas selvas, de la isla más pequeña y remota a los desiertos más áridos, hemos encontrado la manera de sobrevivir en todas las situaciones. Ocho impactantes episodios. Ocho sorprendentes historias que nunca antes habían sido rodadas. Ocho entornos únicos para la supervivencia: océanos, desiertos, árticos, selvas, montañas, praderas, ríos y nuestro hábitat natural, las ciudades.


1. Océanos (Oceans - Into the blue)



A pesar de que la evolución del hombre no está dirigida a la vida en el mar, la humanidad, contra todo pronóstico, se las ha ingeniado para poder aprovecharse de la riqueza que el mar le ofrece. Hay gente que entiende los océanos de una forma que ni la ciencia moderna puede comprender. Sin embargo, este conocimiento tiene su origen en el aislamiento extremo y capacidad de las comunidades para existir, incluso en los lugares más pequeños del planeta y en las abundantes recompensas que pueden encontrarse bajo las olas o más allá del horizonte.

En la isla de Lembata, en Indonesia, los pescadores de Lamalera continúan cazando cachalotes de ballena desde sus barcos, armados con un arpón que lanzan al dorso de las ballenas. Es una técnica muy peligrosa, propia de una escena de Moby Dick, pero una sola ballena alimentará a la población entera.

Como una mancha en el Océano Pacífico, Anuta tiene menos de un kilómetro de ancho y está a más de 100 kilómetros de su vecino más cercano. El pescado y el ñame componen la dieta de la gente, pero una vez o dos al año, cuando la dirección de los vientos alisios cambia, navegan por mares traicioneros en busca de la isla rocosa de Fatukaka, donde cientos de aves marinas serán capturadas. Se utilizan estabilizadores sagrados para las canoas en este viaje y las aves se capturan con pértigas largas tradicionales y lazo. Aislados en este inmenso océano, el peligro por la vida y la integridad física es muy real.




2. Desiertos (Deserts - Life in the furnace)


Parece obvio pero la disponibilidad de agua marca la vida en el desierto. Para los Kababish, son vitales las grandes áreas de desierto al norte de Sudán, cuyas tierras ofrecen, en la temporada de lluvias, un paraíso con abundante vegetación para el pastoreo. Este es el legendario gizzu. Puede ser un viaje de ida y vuelta de 1.500 kilómetros de distancia que incluye el cruce de una vasta extensión de desierto de arena. Una estancia allí durante tres meses con sus camellos les garantiza riqueza, mejora de su estado físico y posibilidades de enlaces matrimoniales para los jóvenes.

La depresión de Danakil es un desierto brutal de piedra al norte de Etiopía, con colinas rocosas desnudas, salinas y volcanes. Es el lugar más caliente sobre la Tierra y hogar del pueblo Afar, quienes han utilizado uno de los más severos fenómenos naturales para la obtención de agua: sobre el vapor de los respiraderos volcánicos, los Afar construyen iglús rocosos. El vapor se condensa en su interior y se acumula en estanques que las mujeres Afar vacían. El camino diario que recorren es de 40 kilómetros.



3. Ártico (Arctic - Life in the deep freeze)



El planeta puede estar calentándose, pero en el frío Círculo Polar Ártico las personas han aprendido a utilizar la naturaleza en su propio beneficio para mantenerse vivos. Los inuit de Groenlandia tienen una metodología única para cazar focas: un individuo se disfraza con la piel de una foca y lleva a cabo lo que sólo se puede considerar un baile, ya que imitan los sonidos y los movimientos de las focas. De este modo las apresan sigilosamente. Su muerte les proporciona alimento y ropa, pero el hielo en el que se caza es siempre traicionero.

El Nenet mueve sus rebaños de renos gigantes en una migración circular casi perpetua a través de la tundra siberiana. Es una rutina agotadora, y en mayo esta tarea adquiere una dimensión aún más peligrosa y tensa. Esto sucede cuando el Nenet se encuentra con la orilla sur del delta del río Yuribei y utiliza pedazos del deshielo para eludir el río. Los Nenets no saben cuánto tiempo más podrán desarrollar esta actividad por culpa del calentamiento global.




4. Selvas (Jungles - People of the trees)


Las selvas tropicales del planeta están llenas de vida. Son entornos de abundancia, donde una comunidad necesita más que la búsqueda de recursos para mantenerse unida. Los Matis de Brasil hace mucho tiempo que adaptaron sus técnicas de caza para apresar a los animales a ras del suelo y a los de las alturas. Sus cerbatanas, con 3,5 m de longitud y decoradas con conchas de tortuga y dientes de carpincho, sólo se pueden utilizar apuntando hacia arriba a los monos y las aves. Numerosos rituales y el enfoque ceremonial son las claves del éxito en la caza.

Una vez cada tres años, en un bosque sagrado en la frontera entre Ghana y Togo, miles de seguidores se reúnen para la celebración del día Kokuzahn. En un trance, una bailarina vudú es capaz de tocarse la lengua con un machete caliente, sacar fuego de la garganta o caminar al revés a lo largo de la rama de un árbol. Considerados milagros, estas hazañas sobrehumanas desafian la credibilidad y demuestran el extraordinario poder de su deidad.



5. Montañas (Mountains - Life in thin air)


Muchas personas tienen una conexión espiritual con las montañas, ya sean escaladores en Europa, pastores de yak en el Tíbet o descendientes de los Incas en las tierras altas de Perú. Estos lugares, escarpados y situados a gran altitud, dificultan las condiciones de vida y obligan a sus habitantes a luchar por la supervivencia. En Perú, dos veces al año, la gente participa en la Ch'iaraje, una batalla ritual con sus raíces en las tradiciones Incas. El derramamiento de sangre, en cantidad suficiente como para apaciguar a la montaña, se considera un hecho necesario y propiciatorio para lograr una buena cosecha. Tradicionalmente, el conflicto también mantenía a cada pueblo preparado para defender su tierra.

En el pueblo de los Andes Q'eros, sus pobladores rara vez abandonan sus aislados valles. No obstante, una vez al año 30.000 peregrinos hacen el viaje hasta un glaciar sagrado a 4.500 m de altitud para participar en el Riti Q'oyullr, el festival de estrellas de nieve. En parte culto a la montaña y en parte festival popular cristiano, el evento es controlado por Ukukus (hombres disfrazados de osos), que tallan enormes bloques de hielo del glaciar usados por los peregrinos para bendecir sus tierras, con el fin de garantizar buenas cosechas en el futuro.




6. Praderas (Grasslands - Roots of power)


Los Nyangatom del sur de Etiopía han luchado y han ganado un pastizal por sí mismos. Aún así, los componentes de esta tribu, sus rebaños de ganado vacuno y sus cabras siguen siendo totalmente dependientes de los pozos gigantes. En la estación más seca, un gran grupo de gente excava en el lecho seco del río Kibish. Estos pozos, excavados a mano, llegan a medir 30 m de ancho y 30 m de profundidad; son propensos a colapsarse, lo que provoca la muerte de decenas de personas cada año.

A menudo, los hombres jóvenes suelen ser separados de sus familias durante meses, debido a las migraciones estacionales de ganado de los Fulani en el oeste de África. Las migraciones pasan por Sahel de Malí y Mauritania, y culminan a finales de noviembre cuando los hombres Fulani nadan con sus rebaños a través del poderoso río Níger.




7. Ríos (Rivers - Friend and Foe)


La mayor parte de la población mundial vive junto a los ríos. Para estos pueblos, las aguas traen tiempos de abundancia y también de tensión. Estas comunidades están obligadas a saber adaptarse a los vaivenes de su entorno.

En Yunnan, China, la gente depende tanto de su río que ahora se les conoce como los "escultores de montaña". Según se necesita más terreno para la agricultura, el chamán local comprueba el estado de la luna y luego el pueblo entero se pone manos a la obra a excavar la ladera de la montaña y alterar el curso del río local. Se trata de una visión inspiradora del poder humano.

Para muchos, las aguas tienen un significado sagrado. Cada año, en las profundidades de la estación seca, las orillas del Lago Antogo se llenan de miles de hombres Dogon. Todos ellos ese día están dispuestos a obtener una recompensa en uno de los últimos lagos que quedan en la región. Equipados sólo con cestas tradicionales y sus manos, se lanzan al lago sagrado y lo vacían de peces una vez al año, ya que el resto de días su dieta está compuesta por mijo.




8. Ciudades (Cities - Surviving the urban jungle)


El último episodio de Planeta Humano se desarrolla en el ambiente que ha creado el hombre para el hombre. Las ciudades son nuestro mayor éxito y ahora más de la mitad de la población mundial vive en la jungla urbana.

Están construidas para mantener fuera la naturaleza salvaje, pero la naturaleza no puede ser desplazada. Desde chinches chupando nuestra sangre por la noche, a las ratas en los restaurantes, las bandas de monos que roban comida y alces en celo en el centro de EE.UU., muchos animales se han adaptado a vivir en un mundo de ladrillos y acero.

No todos los animales urbanos se consideran plagas. En la antigua ciudad de Fez en Marruecos, las curtiembres de cuero dependen de los excrementos de palomas silvestres. En las afueras de Jaipur nos encontramos con una mujer que amamanta a Bisnoi un cervatillo huérfano. Nos unimos a los apicultores en las azoteas de Manhattan. Cada vez más gente se ha percatado de que la naturaleza es clave para seguir sumando éxitos como humanidad. Dado que el consumo aumenta en nuestras ciudades, también lo hace la necesidad de proteger el mundo natural con sus recursos finitos. En Masdar, Abu Dhabi, el arquitecto británico Norman Foster está ayudando a crear una ciudad de carbono neutral. El planeta humano está comenzando a darse cuenta de que la ciudad es el lugar donde más necesitamos la naturaleza.


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