Nuestros vínculos con el mundo animal son preciosos y no hay que subestimarlos. Pat Shipman
Eduard Punset (Redes) 24.04.2013 Algo sucedió a nuestros antepasados que hizo que dejaran de ser una presa más para ponerse a la altura de los otros depredadores de la época. Fue en esa época que nuestros ancestros empezaron a establecer lazos con algunas especies de animales. En este capítulo de Redes, la antropóloga Pat Shipmanexplica a Eduard Punset cómo la conexión con los demás animales podría haber favorecido nuestra evolución hacia lo que hoy somos los humanos. Y como ejemplo de cooperación entre humanos y otros animales, La Mirada de Elsa se centrará en los perros guía y la ayuda que prestan a las personas ciegas.
Reportaje de Jon Sistiaga y Hernán Zin que denuncia la homofóbica obtusa de la sociedad y el gobierno de Uganda. En este país las distintas religiones (cristianos, musulmanes, evangelistas...) que se profesan y la propia tradición social se unen para perseguir con saña y excusas demenciales a las personas que no siguen las normas sexuales "dictadas por Dios". Hay en el mundo unos 80 países en los que ser homosexual es un delito. En algunos, como Irán, Yemen o Arabia Saudí, donde se aplica la Sharía, ese delito se paga con la muerte. Pero no solo el Islam más fundamentalista les persigue. Jon Sistiaga viaja a Uganda, paraíso de turistas europeos, uno de los países más profundamente cristianos de África y también el Estado más homófobo de ese continente. Su Parlamento debate estos días la llamada "Ley antihomosexualidad", conocida como"Ley mata gays", que pretende prohibir cualquier forma de relación sexual entre personas del mismo sexo. El proyecto de ley contempla la pena de muerte para lo que denominan "homosexualidad agravada" o la cadena perpetua para las parejas que osen casarse. Políticos de todos los partidos, miembros del Gobierno, prominentes empresarios, pastores evangelistas con discursos inquisitoriales, entre todos están creando el ambiente necesario que justifique en la sociedad la persecución y criminalización del colectivo gay. Ya se han producido asesinatos de activistas, palizas, intimidaciones, persecuciones. Sólo la presión de la comunidad internacional y de los países donantes puede detener que se oficialice por ley la homofobia de Estado en este país. Este reportaje de CANAL+ desnuda los argumentos mesiánicos de los líderes sociales que propagan el odio al diferente y da voz a los pocos activistas gays que se atreven a dar la cara.
Re-publicamos los dos estupendos documentales ('Los olvidados de los olvidados' llevábamos tiempo buscándolo) programados por La Noche Temática en su especial "Desenredar la mente" que nos permiten conocer las historias de dos personas muy distintas, el africano Grégoire Ahongbonon y el doctor alemán Heinz Lehman quienes, cada una en sus muy distintas coordenadas mentales, épocas, países y zonas de influencia, decidieron entregar su vida a la labor de intentar ayudar a personas con desórdenes mentales graves, aliviando los sufrimientos estos seres desdichados que siempre han padecido doble, por su enfermedad mental y por el rechazo de la mayoría de la sociedad donde viven.
La Noche Temática nos aproxima a la enfermedad mental a través de dos documentales: Los olvidados de los olvidados, un trabajo que retrata la situación de los enfermos mentales en África, donde la falta de políticas y las supersticiones les hace vivir en condiciones inhumanas; y El legado del Dr. Heinz Lehman, una producción sobre la búsqueda de tratamientos nuevos y más humanos en un momento en el que imperaba la práctica del electrosock y la lobotomía.
1. "Los olvidados de los olvidados”
Hombres, mujeres y niños encadenados, la mayoría a la intemperie, privados de comida y agua... algunos de ellos azotados regularmente o abandonados en las ciudades desde niños por sus propias familias. Este documental muestra la situación en la que se encuentran la mayoría de los enfermos mentales africanos, desde esquizofrénicos graves a simples epilépticos. Junto a ellos, la impresionante historia de un hombre, Grégoire Ahongbonon, un reparador de neumáticos africano, que un día decidió dedicarse a rescatar, curar y reinsertar en la sociedad a estos enfermos, fundando la Asociación Saint Camille para cuidar de ellos.
Cuenta Grégoire que no es difícil llevárselos de sus familias. Todo lo contrario: a menudo están contentas de dejarlos en manos de alguien. Siempre que no se pida dinero, están dispuestos a entregarlos como un regalo. A veces, algunos enfermos rehúsan regresar una vez curados y son ellos los que constituyen el personal del centro. Además de los centenares de enfermos que viven en los centros de acogida, hay más de 15.000 enfermos ya recuperados y reintegrados en sus familias, a los que la Asociación hace un seguimiento periódico y facilita la medicación necesaria para evitar recaídas.
2. “El legado del Dr. Heinz Lehmann”
En 1937 el Dr. Lehmann huyó de la Alemania nazi para iniciar una nueva vida en Canadá. Comenzó su carrera profesional en el Hospital Verdún, a las afueras de Montreal. En aquel momento, los hospitales psiquiátricos eran en palabras de Lehmann, “pozos de serpientes”. Con reclusos desnudos que yacían sobre sus propios excrementos, gritos que emanaban de salas de aislamiento cerradas, ordenanzas que luchaban por meter a los pacientes en camisas de fuerza; enfermos que recibían duchas de agua fría y eran sometidos a tratamientos de electroshock y lobotomías...
Lehmann se negó a aceptar estas condiciones e inició la búsqueda de tratamientos nuevos y más humanos que supuso el contacto directo con los enfermos. Como las actividades de pintura, barro y costura que inició con un grupo de mujeres que fueron todo un éxito. Al final del tratamiento las mujeres iban vestidas y participaban de las actividades.
El Dr. Lehmann fue pionero en la psiquiatría moderna y su aportación fue decisiva para transformar los hospitales psiquiátricos en los entornos terapéuticos que conocemos hoy en día.Pero el mayor legado del Lehmann llegó con una sola pastilla, Largactil, el primer fármaco anti-psicótico utilizado en América del Norte. El tratamiento de pacientes con esta droga fue todo un éxito ya que redujeron e incluso terminaron por completo con los delirios y las alucinaciones de las personas psicóticas, e incluso en muchos casos con su sufrimiento. Un descubrimiento revolucionario que ha permitido que los enfermos crónicos puedan llevar una vida normal aunque controlada.
Este documental ofrece extraordinarias imágenes de archivo de los médicos realizando electroshock y lobotomías que demuestran hasta qué punto ha llegado la medicina psiquiátrica. Esta cinta también nos acerca al Instituto Nacional de Salud en Washington, el mayor centro de investigación psiquiátrica del mundo, donde el trabajo de Lehmann se tiene en cuenta para desentrañar los secretos que guarda el cerebro.
40 años después de los acuerdos de paz de París de enero de 1973 que supusieron la retirada de las tropas estadounidenses, la guerra de Vietnam (que ya tratamos en este blog en un post de hace unos meses)sigue viva en la memoria colectiva, tanto de la sociedad norteamericana como de la del resto del mundo que contempló cómo un país pequeño podía vencer (si no militarmente, sí política y moralmente) a la gran potencia si era capaz de aguantar grandes sufrimientos y pérdidas humanas y materiales y tener la más decidida determinación para aguantar en el tiempo, convencidos de que su resistencia y el goteo de bajas que causaran en las fuerzas norteamericanas lograrían agotar al coloso y le forzarían a alcanzar una solución negociada. Esta guerra marcó un antes y un después en la cobertura periodística de los conflictos humanos pues el acceso facilitado por el ejército norteamericano a los reporteros de prensa, radio y televisión la convirtieron en una guerra a la vista de todos, lo que devino pérdida del apoyo de gran parte de la sociedad norteamericana. Esto hizo, claro, que el Pentágono se lo pensara mejor e intentara limitar la labor de la prensa en sus siguientes guerras y guerritas por el mundo.Otro gran reportaje (con una estupenda banda sonora) del equipo de En Portadanos lleva a recordarla a través de los periodistas que la narraron en primera línea. En Portada. "Vietnam. La guerra que (sí) nos contaron"
Cuando estalla un conflicto, siempre hay un momento en el que los intereses de la prensa y de los gobiernos y ejércitos implicados, se dan la espalda. La prensa necesita informar y las partes implicadas prefieren por razones estratégicas, y especialmente cuando las cosas no van bien, la censura y la propaganda.Con una mezcla de pragmatismo y resignación, los periodistas asumimos que la primera víctima de la guerra es la verdad. Nadie sabe a quién se le ocurrió tan cínica y certera observación: hay quien se la atribuye a Winston Churchill y otros manuales sobre cobertura de conflictos, se la endosan a Hiram Johnson, congresista demócrata norteamericano, e incluso se atreven a ponerle fecha: 1917, durante la Primera Guerra Mundial.
Cuando estalla un conflicto, siempre hay un momento en el que los intereses de la prensa y de los gobiernos y ejércitos implicados, se dan la espalda. La prensa necesita informar y las partes implicadas prefieren por razones estratégicas, y especialmente cuando las cosas no van bien, la censura y la propaganda.
Una guerra a la vista de todos
Las relaciones en tiempos de guerra entre la prensa y el poder, están trufadas muchas veces de tensión y otras de altas dosis de connivencia. Esto no es algo nuevo. Lo novedoso fue que hubiera una guerra, la de Vietnam, en la que los periodistas podían trabajar con una libertad absoluta, -bastaba con acreditarse-, y contar lo que veían.
No hay una sola causa que lo explique. Por una parte, las relaciones entre prensa y ejército habían sido excelentes, -fueron de la mano-, durante la Segunda Guerra Mundial. Por otra, Estados Unidos, consciente de su superioridad militar y dando la guerra por ganada, no puso trabas al trabajo de la prensa. Por último, los medios de comunicación, especialmente la televisión, vivía días de expansión y gloría y Vietnam se convirtió en un argumento informativo cotidiano.
Han pasado cuarenta años y el conflicto de Vietnam sigue vivo en la memoria colectiva. Es cierto que fue una guerra muy larga, más de 11 años, pero todavía lo es más que fue una guerra moderna, a la vista de todos. La prensa, la radio y la televisión, que se había hecho un hueco importante en los hogares de todo el mundo-, nos contaban el día a día de un conflicto que contra todas las previsiones, no ganaron los más
fuertes.
Todavía hay quien piensa que Estados Unidos perdió la guerra en los periódicos y en los informativos de televisión más que en el campo de batalla. Pero para la prensa, que informó con una libertad de movimientos envidiable, Vietnam marcó un cambio en la cobertura de los grandes conflictos: los periodistas tuvieron que enfrentarse a la censura militar de los grandes ejércitos y las imágenes empezaron a escasear en la mayoría de las guerras que vinieron después.
El conflicto en primera línea
Todavía hay quien piensa que Estados Unidos perdió la guerra en los periódicos y en los informativos de televisión más que en el campo de batalla. Pero para la prensa, que informó con una libertad de movimientos envidiable, Vietnam marcó un cambio en la cobertura de los grandes conflictos: los periodistas tuvieron que enfrentarse a la censura militar de los grandes ejércitos y las imágenes empezaron a escasear en la mayoría de las guerras que vinieron después.
En La guerra que (sí) nos contaron están algunos de los grandes periodistas que fueron a Vietnam: Patrick Chauvel, fotoperiodista francés que ha trabajado en todas las guerras de los últimos 50 años; Sylvana Foa, por entonces en Newsweek; Mijail Ilynsky, del diario ruso Izvestia y probablemente el periodista extranjero que más tiempo estuvo en Vietnam, 11 años. Jonathan Schell, de New Yorker, testigo de una de las peores matanzas contra la población civil, la de Ben-Suc.Marta Rojas, cubana, periodista del diario Revolución, que trabajó junto al Vietcong durante varios meses;Helmut Kapfenberger, enviado por la agencia de noticias ADN de la desaparecida República Democrática de Alemania.
Y además, algunos de los periodistas españoles que nos acercaron el conflicto: Vicente Romero, por entonces enviado del desaparecido diario Pueblo y los enviados de Televisión Española Diego Carcedo yMiguel de la Quadra.
Lo mejor de este reportaje ha sido entrar en contacto con grandes maestros y maestras del periodismo y escuchar sus testimonios, en los que rezuma la sabiduría que se adquiere, por observación, sobre el terreno. Y lo más difícil, comprobar que muchos ya han fallecido y que el resto, era difícil de localizar.
Este reportaje no hubiera sido el mismo sin la ayuda de algunos compañeros de las corresponsalías de Televisión Española que, entregados a la causa, buscaron por las vías más insólitas, el rastro de quienes un día nos acercaron a una guerra cruel, que tuvo lugar en un país lejano y en unas circunstancias que hicieron de su trabajo de periodistas, una experiencia irrepetible.
La banda sonora de reportaje
Una selección de las canciones que suenan en La guerra que (sí) nos contaron, listas para compartir y escuchar on line. Vietnam, la guerra que (sí) nos contaron
En Portada - La guerra que sí nos contaron
Periodistas en Vietnam: una guerra a la vista de todos
En portada - Periodistas en Vietnam: una guerra a la vista de todos
El infierno está en nosotros. Más concretamente en nuestro cerebro, distribuido en complejas redes neurales que recorren nuestro sistema límbico y nuestro cortex prefrontal y que igual que pueden impregnarnos de empatía, bondad y altruismo también pueden hacerlo de violencia, crueldad y sadismo. La agresividad es una parte que no podemos obviar de la naturaleza y, por consiguiente, de la especie humana. Este reportaje programado la pasada semana en La2 trata de averiguar qué resortes fisiológicos y neuronales condicionan la violencia en las personas y las secuelas que tiene en ellas. A través de testimonios de víctimas, verdugos e investigadores que desde distintos campos han intentado descifrar la naturaleza de estos comportamientos este documental se acerca al lado más oscuro de la naturaleza humana, aquel que se activa para hacer daño al otro y que incluso puede disfrutar de ello, una característica que diferencia al ser humano de otras especies. Un documental magnífico para entender mejor la cosa humana.
Hace algunos meses publicamos los documentales de la BBC Expedición Borneo que contaban cómo una expedición de científicos logró delimitar un corazón de biodiversidad en la isla índica, un reducto salvaje que pudiera permanecer a salvo de la deforestación desaforada que sus grandes bosques llevan décadas sufriendo, con más del 50% de sus selvas originales destruidas. El comercio con su valiosa madera deja paso a masivas plantaciones de monocultivos (principalmente soja y la dañina palma aceitera) que monocromizan artificialmente la invaluable biodiversidad de la isla. En estas plantaciones de palma no habitan ni siquiera los pájaros, sólo ratas y las serpientes que de ellas se alimentan, donde antes habitaban millones de seres sorprendentes que conformaban los distintos ecosistemas salvajes de la isla. Tras el paso de las motosierras y camiones de las implacables compañías palmicultoras, el paisaje es de destrucción total, como si hubiera ocurrido una catástrofe natural o una brutal batalla. Afortunadamente existen personas de alma inmensa que buscan animales supervivientes en el desastre, como estos trabajadores de la ONG 'International Animal Rescue' (IAR) del 'Orangutan Rescue Center' de Ketapang que intervienen en West Kalimantan (Borneo indonesio) para intentar salvar algunos orangutanes supervivientes que en atávico gesto defensivo, suben a lo alto de algún árbol destrozado pero aún en pie, aterrados y estupefactos con lo ocurrido a lo que antes era su hogar, su bosque lluvioso donde ocurría la vida natural, lo salvaje. Ahora ese mundo perfecto se ha perdido para siempre. Al menos estos animales pueden considerarse afortunados pues serán cuidados y siempre que se pueda devueltos a su medio natural en otras partes menguantes pero aún seguras de la isla. Estos rescates fueron filmados en marzo de 2013. Algunos enlaces de estas organizaciones por si alguien quiere informarse, adoptar un orangután o hacer una contribución:
En España algo que nunca ha faltado son los defensores de la
ignorancia. Tradicionalmente, solían pertenecer a los gremios más
reaccionarios, y por lo tanto más interesados en la sumisión analfabeta
de las mayorías. Nada como la ignorancia para asegurar la fe en los
milagros y la reverencia hacia los terratenientes, y para asegurarles a
estos las masas de jornaleros dispuestos a trabajar a cambio de salarios
de limosna en sus latifundios, y en caso necesario a dejarse poner
uniformes y a servir de carne de cañón en las guerras, marcando el paso
en los desfiles ante el Santísimo y la bandera a los sones de un
pasodoble patriótico. Predicadores de los catecismos socialistas
utópicos del siglo XIX alentaban con una misma elocuencia las
cooperativas obreras y la instrucción pública, y las primeras mujeres
rebeldes que reclamaban la igualdad con valentía inaudita celebraban el
aprendizaje y el conocimiento como herramientas necesarias para
conseguirla.
Los socialistas y los anarquistas competían fieramente y a veces
violentamente entre sí, e imaginaban paraísos obreros incompatibles,
pero tenían en común una pasión idéntica por la educación. El saber
mejoraba y liberaba; la ignorancia embrutecía. La reacción levantaba
iglesias, cuarteles, conventos, plazas de toros; ser progresista —noble
palabra liberal que en nuestra juventud quedó encogida y amputada y
caricaturizada en el término “progre”— significaba, prioritariamente,
levantar escuelas e institutos de enseñanza media desde los cuales
irradiara el entusiasmo del conocimiento, la eficacia práctica y cívica
de la racionalidad. Aprender mejoraba la vida de las personas y
fomentaba la prosperidad del país, al permitir el despliegue colectivo
de las formas más variadas del talento individual. En medio de las
nieblas místicas del 98, inteligencias tan apegadas a la realidad de las
cosas como la de Joaquín Costa, Giner de los Ríos y Santiago Ramón y
Cajal proponían remedios muy semejantes para sacar al país del atraso y
la abismal injusticia: escuela y despensa, regadíos, preparación técnica
y científica, trabajo fértil y no humillante, estudio. A la II
República le dio tiempo a hacer pocas cosas, pero algunas de las
prioritarias fueron las escuelas y los institutos, y unos planes de
bachillerato tan rigurosos que ni el franquismo pudo desguazarlos del
todo. Que los matarifes del ejército sublevado en julio de 1936 se
dieran tanta prisa en ejecutar a los maestros de escuela es el indicio
de otro orden de prioridades.
Una de las sorpresas más desagradables de la democracia fue que la
izquierda abandonara su viejo fervor por la instrucción pública para
sumarse a la derecha en la celebración de la ignorancia. Y así se ha
dado la paradoja de que al mismo tiempo que se cumplía el sueño de la
escolarización universal triunfaba una sorda conspiración para volverla
inoperante. La izquierda política y sindical decidió, misteriosamente,
que la ignorancia era liberadora y el conocimiento, cuando menos,
sospechoso, incluso reaccionario, hasta franquista. En otra época los
argumentos contra el saber oscilaban entre un amor roussoniano
por el niño como buen salvaje y una afición maoísta por convertir la
mente en una pizarra en blanco en la que se inscribirían con más
facilidad las consignas políticas. Ahora, como no podía ser menos, los
celebradores del analfabetismo feliz echan mano de las nuevas
tecnologías: ¿Quién necesita aprender nada, si todo el conocimiento está
fácilmente, risueñamente disponible, con solo teclear en un teléfono
móvil? Gracias a Internet, ejercitar y alimentar la memoria es una tarea
tan obsoleta como aprender a cazar con arcos y flechas. Lo que hace
falta no es embutir en los cerebros infantiles o juveniles “contenidos”
que en muy poco tiempo se quedarán anticuados, y a los que en cualquier
caso se puede acceder sin ninguna dificultad, sino alentar “actitudes”,
otra palabra fetiche en esa lengua de brujos. Que el niño no aprenda,
sino que aprenda a aprender, repiten, que desarrolle su creatividad,
espíritu crítico, a ser posible transversalmente, etcétera.
Tanta palabrería de sonsonete científico encubre nociones
extraordinariamente primitivas sobre la inteligencia y sobre la memoria:
como si ésta fuera un fardo que pesará más cuanto más se cargue en
ella, un almacén en el que los conocimientos aguardan a ser reclamados,
como se recupera un archivo en un ordenador. Ni la curiosidad, ni el
espíritu crítico, ni la tan celebraba creatividad se sustentan en el
vacío. En los estudios más competentes sobre el funcionamiento de la
inteligencia creativa se descubre cada vez más el valor de lo que se
llama “working memory”: la memoria que trabaja, la memoria activa, la
que compara ágilmente una experiencia inmediata con otras anteriores o
con ejemplos aprendidos en los repertorios culturales, la que al poner
juntos elementos en apariencia lejanos entre sí descubre conexiones y
posibilidades nuevas. Es una poderosa y muy bien adiestrada memoria
visual la que permite a un artista vislumbrar lo excepcional en lo
común, lo semejante en lo que parecía diverso —y también a distinguir
entre lo verdaderamente nuevo y la moneda falsa de la moda, y a saber
que en la plena originalidad hay siempre un fondo inmemorial de
experiencia del mundo—. El conocimiento histórico o científico no son fardos inertes que
estarán esperando a ser consultados en la Wikipedia, igual que un
aparador inútil que acumula polvo en un guardamuebles. Lo que sabemos
del pasado sucede en el presente, porque nos ayuda en la tarea imperiosa
de intentar comprenderlo, y por lo tanto nos pone en guardia contra las
manipulaciones y los groseros embustes a los que son tan aficionadas
las castas políticas y los ideólogos. Sin una conciencia histórica
informada y activa no hay manera de valorar lo que sucede ahora mismo,
porque no hay términos de comparación con lo que sucedía hace muy poco o
hace mucho; y tan necesaria como la conciencia histórica es un grado
solvente de conciencia geográfica: la idea tribal de que el lugar de uno
es el centro del mundo tendrá menos fervorosos adeptos si en la escuela
y en el instituto se enseña la amplitud y la variedad de los paisajes y
de las formas de vida. Que tanta información sea ahora inmediatamente accesible es una razón
más para instruirnos en el rigor del conocimiento, no para desdeñarlo
como innecesario: igual que la sensibilidad literaria se educa leyendo, y
el oído escuchando, y la mirada viendo arte, la inteligencia crítica se
afila aprendiendo a distinguir la información sólida y contrastada de
la propaganda, el bulo y la calumnia. El saber despierta el apetito de
saber más; la ignorancia sólo alimenta ignorancia y desgana. En la izquierda, cualquier crítica del estado actual de la educación
activa como un anticuerpo la acusación de nostalgia del franquismo. La
derecha se ríe con esa sonrisa cínica del ministro de Educación: ellos
van a lo suyo, a desmantelar lo público y favorecer los intereses
privados y el dominio de la Iglesia, y en cualquier caso siempre tienen
medios para costear estudios de élite y másteres a sus hijos. Es la
clase trabajadora la que paga el precio de tantos años de despropósitos.
De nuevo la ignorancia es el mayor obstáculo para salir de la pobreza.
Quizás no falta mucho tiempo para que aparezcan de nuevo visionarios que
vayan predicando por los barrios populares la utopía liberadora de la
instrucción pública.
Documental que expone la historia social y política del consumo de la marihuana y de las decisiones de los diferentes gobiernos de los EE.UU. del uso y las prohibiciones. Una historización que muestra la concepción del cannabis a través del tiempo.
La marihuana ha sido la droga más controvertida del siglo veinte y, aunque hasta la fecha nadie haya podido demostrar ninguna enfermedad que se relacione expresamente con ella, continúa siendo perseguida por la mayoría de los gobiernos del mundo. Ron Mann ensambla históricos e histéricos documentos anti-marihuana, imágenes divertidas realizadas por el dibujante underground de comics Paul Mavrides y el talento de la voz de Woody Harrelson, declarado activista en favor de la marihuana. Todo ello para narrar la oscura y cómica historia de esta hierba, elegida por el gobierno de Estados Unidos como símbolo de la destrucción de una sociedad, y por millones de jóvenes a lo largo de muchas décadas como elemento de júbilo, distracción y liberación de la mente. Divertida y esclarecedora, Grass denuncia las penosas campañas y los billones de dólares malgastados en la lucha contra una droga que ha pasado en pocas décadas sólo en Estados Unidos de 60.000 consumidores a 30 millones.
Embarrancados (Shipwreck, 2010) es un documental dirigido por Javier Gómez Serrano que cuenta la historia de Johor y Salam, dos hombres que trabajan en los astilleros improvisados de la costa de Chittagong, en el litoral de Bangladesh, uno de los países más densamente poblados y pobres del planeta. Hombres de origen bengalí que desguazan los grandes barcos cargueros y petroleros que han surcado los mares de todo el planeta y que luchan por sacar adelante a sus familias en un entorno laboral semiesclavo lleno de incertidumbres, grandes peligros medioambientales y unos salarios lo suficientemente bajos para hacer de ellos la fuerza laboral más competitiva del planeta pero también una de las más arriesgadas y miserables.
Johor es un cortador, un trabajador que corta buques de día y de noche. Se sienta en la parte superior de los puestos de trabajo en el desguace. Bulbul es más joven. Él carga planchas de acero durante todo el día y ahora está lesionado. Él sabe que si se pierde un día, otro joven lo reemplazará de inmediato: son la parte inferior de la pirámide de puestos de trabajo. Salam es más viejo, pero fuerte, también es un líder en la casa colectiva en la que vive. Los tres representan la totalidad del hombre de poder reunidos en los desguaces. Esta es su historia.
"Embarrancados" es el campo de batalla donde hombres de manos desnudas desmantelan estas naves gigantescas para ahorrar millones a las cicateras empresas que los contratan. Sus trabajos se consideran un gran activo para la economía del país, teniendo en cuenta el alto precio de acero en el mercado mundial. Para ellos los trabajadores, es una buena manera de asegurarse el futuro de sus hijos, y creen que sus condiciones de trabajo algún día mejorarán, aunque uno piense que sólo van a conseguir que sus hijos perpetuen la profunda injusticia que condiciona, y a la vez permite, su existencia. 25.000 personas viven de los desguaces de barcos, centenares de miles dependen de ellos. Embarrancados.
Yo no soy el señor Lebowski, usted es el señor Lebowski. Yo soy El Nota, así tiene que llamarme, ¿entiende? Así o Su Notísima o Noti o Il Notarino... en fin, si no le hacen los nombres cortos.
La película que hoy les proponemos en esta decimoprimera entrega dedicada a eso tan necesario para la vida que es el humor es "El Gran Lebowski" (The Big Lebowski, 1998), uno de los mejores filmes de los hermanos Joel y Ethan Coen y a nuestro juicio, su mejor comedia. El protagonista de la cinta es The Dude (traducido por "el Nota" y al que da vida y disfrute el gran Jeff Bridges) pues nunca utiliza su nombre real, Jeff Lebowski. Dude es un soltero empedernido, pacifista y fumetas, desempleado y vago redomado que vive en Venice, California, aficionado a la música de Creedence Clearwater Revival, a los white russian y jugar a bolos, mejor sin quitarse la rebeca. Lleva una vida muy relajada y parece despreocuparse por el dinero totalmente. Sus amigos y compañeros de bolos son Walter (interpretado por John Goodman) veterano de Vietnam obsesionado con aquel conflicto y con ser judío (y un gran especialista en crear situaciones tensas con sus insensateces) y Donny (interpretado por Steve Buscemi) que vive aplastado por un complejo de inferioridad provocado en buena medida por el ninguneo constante al que le somete Walter, quizás un personaje algo desaprovechado en la película sobre todo por el magnífico actor que es Buscemi.
Hasta que un día el Nota ve cómo entran en su casa un par de matones que le confunden con el millonario y tocayo suyo Jeff Lebowski, que le agreden y le orinan en una cutre alfombra de su casa, lo que toma como afrenta personal porque "le daba ambiente a la casa". El Nota decide ir buscar al Lebowski triunfador a su mansión para que se haga cargo de la factura de limpieza. El encuentro de ambos no funciona, Jeff Lebowski, reaccionario y prepotente, desprecia a Dude y ante su negativa a pagar la factura, el Nota se lleva una de las alfombras de la mansión y conoce a Bunny Lebowski, la joven y bastante lagarta esposa del millonario. Al regresar a su casa el Nota recibe una llamada del secretario de Jeff Lebowski (interpretado por Philip Seymour Hoffman), Bunny Lebowski ha sido secuestrada y le piden su colaboración para entregar el rescate. A partir de ahí, el delirio. Walter decide acompañarlo y sus idas de olla serán fundamentales para complicarlo todo, se suceden un rescate fallido en el que todos se quieren engañar,algunas fantasías oníricas disparatadas, la reaparición de unos matones nihilistas, una seductora artista conceptual hija del millonario que busca quedarse embarazada, un adolescente de aspecto obtuso pero inalterable que roba el dinero del rescate, un inesperado ataque al corazón, unas cenizas mal arrojadas y sobre todo ello, el bowling, el sancta sanctorum donde acaban cada día derribando bolos y por donde planea, zumbón y plurihortera, su archienemigo Jesus Quintana interpretado por John Turturro (antológica su presentación con la versión de Hotel California de los Gypsy Kings)... En fin, una gran película, con un humor negro tan agudo como potente, con una estupenda puesta en escena y la fuerza expresiva de su banda sonora, un film donde (como ocurría en algunos clásicos del cine negro como El Halcón Maltés) la trama es casi lo de menos, el auténtico disfrute es contemplar a sus estrafalarios personajes interactuando en esta espléndida comedia que a la vez supone desmadrada sátira de la sociedad estadounidense y la esencia pura del surrealismo de los geniales hermanos Coen.
Hoy les ofrecemos "Grandes migraciones animales", de National Geographic, una canónica serie sobre las múltiples manifestaciones de los viajes que las más distintas especies animales han de emprender en busca de comida, de las lluvias, de lugares para aparearse y crear nuevas generaciones o simplemente para concluir su ciclo vital.
Esta producción está compuesta por siete partes lleva a los espectadores por todo el mundo a contemplar las arduas travesías que millones de animales emprenden para garantizar la supervivencia de sus especies. Grabado desde tierra y aire, árboles y desfiladeros, islotes de hielo y bajo el agua, estos programas cuentan las impactantes historias de las especies del planeta y de sus movimientos, al tiempo que desvela nuevos descubrimientos científicos con una arrebatadora claridad en alta definición y gran fuerza emocional. La belleza de estas historias viene reforzada por un nuevo foco de atención sobre la frágil existencia de estas especies y su gesta a vida o muerte por la supervivencia en un mundo en constante evolución. Imprescindible.
Grandes migraciones, de National Geographic (Greats migrations, 2010)
National Geographic Channel presenta 'Grandes migraciones', la serie más ambiciosa de su historia, un documental que otorga a la palabra "movimiento" un nuevo significado. Esta gran producción es fruto de un esfuerzo sin precedentes para llevar a la pantalla los movimientos migratorios de todas las especies animales. Un viaje protagonizado por millones de criaturas que, en diferentes lugares del planeta y en distintos momentos, se ponen en marcha para cumplir su ciclo vital y garantizar su supervivencia con la seguridad de que la unión hace fuerza.
Filmada a pie de tierra y desde el aire, en los árboles y en los acantilados más escarpados, sobre hielo o bajo el agua, con cámaras diminutas y con encuadres increíbles, 'Grandes migraciones' narra con estilo cinematográfico una epopeya formidable. La serie capta los momentos más insólitos de este inmenso viaje, algunos llenos de belleza, otros de emoción, fundamentales para descubrir qué frágil puede ser la existencia de estas especies y los retos a los que deben hacer frente mientras tratan de sobrevivir en un mundo en estado de cambio. El equipo responsable de la serie ha pasado dos años y medio embarcado en la producción y ha recorrido 670.000 kilómetros alrededor del mundo, a través de más de 20 países, para hacer realidad este proyecto. En total, son siete horas de metraje, divididas en cuatro documentales sobre los movimientos migratorios de los animales y tres entregas complementarias.
Tres entregas adicionales
Si los cuatro documentales sobre las migraciones son impactantes por su calidad e innovación audiovisual, no lo son menos las tres entregas adicionales dedicadas, respectivamente, a la investigación científica sobre los misterios que entrañan los movimientos migratorios; a desvelar los secretos de rodaje de la serie, un impresionante "behind the scenes", en el que se podrán apreciar los medios tecnológicos empleados, algunas situaciones de peligro y la pasión volcada por el equipo para capturar los momentos más emocionantes de este viaje; y a la música de la serie con un especial de una hora enfocado en banda sonora compuesta por Anton Sanko ("Big Love"), que se presentará unida a las imágenes más increíbles de la producción. Una serie que marcará un antes y un después
'Grandes migraciones' marca un antes y un después en los documentales sobre naturaleza. Los adelantos audiovisuales y la alta definición han permitido construir un fresco de imágenes que incluye comportamientos nunca antes documentados y, sobre todo, logra reunir en una sola producción un verdadero record de animales en movimiento entre los que se encuentran todas las especies migratorias como, entre otros, las cebras de Botswana, el elefante de Mali, los cangrejos rojos de la Isla Navidad (situada entre Australia e Indonesia), los murciélagos voladores de Australia, las hormigas de Costa Rica y el gran tiburón blanco del Pacífico. Para los responsables de la serie ha sido un "tour de forcé" poder filmar los movimientos de animales minúsculos como los microrganismos que forman parte del plancton o las medusas trasparentes que hacen estragos en las costas. Entre los muchos ardides empleados, veremos cómo los radio trasmisores han ayudado a seguir los movimientos de animales tan diferentes como la mariposa monarca o los elefantes marinos. La existencia de cada una de estas especies, magnífica dentro de su fragilidad, cautivará a los espectadores al darse de cuenta de lo que suponen estos desplazamientos cuando la supervivencia de tu estirpe está en juego. Actitudes de animales jamás antes grabadas
Los documentales muestran actitudes de los animales jamás filmadas por una cámara. Momentos dramáticos como en el que los elefantes de Mali atraviesan la zona conocida como "La Porte des Elephants" - la puerta de los elefantes- en el Oeste de África, o la secuencia que nos enseña cómo puede volar un mariposa con un transmisor de radio insertado en su diminuto cuerpo.
Las imágenes se suceden con la intensidad de las mejores películas, sin necesidad de efectos especiales. Es impactante la imagen captada en la costa de la Isla de Guadalupe cuando un gran tiburón blanco devora un elefante marino, como lo es una secuencia tan poco vista como el momento en el que el semental de una manada de cebras tiene que recuperar e incorporar al grupo a una cría huérfana. En la misma línea, veremos cómo las morsas del Ártico luchan de forma dramática contra los efectos del cambio climático y asistiremos a un instante histórico: la contemplación de los antílopes de Sudán, filmados por primera vez tras más de 20 años de disturbios en la región.
Capítulo 1: Nacidos para moverse ("Born to Move")
Todos los días, millones de criaturas nacen a una vida de caminar, de volar, de correr. Son animales migratorios, viajeros natos. Desde las mariposas más pequeñas hasta los ñúes más grandes, la vida depende de la capacidad de estos viajeros de desplazarse. Este episodio recorre el mundo revelando cuatro de las migraciones animales más impresionantes: la del cachalote, que viaja más de un millón y medio de kilómetros en su vida; la del cangrejo rojo, que supera obstáculos tremendos todos los días de su vida; la de la mariposa monarca, que tarda cuatro generaciones en atravesar un continente; y la del ñu, que enfrenta todos los años las feroces fauces del cocodrilo. Es un documental filmado con la tecnología más avanzada que cuenta las historias más conmovedoras del mundo.
Capítulo 2: El instinto de reproducción ("Need to Breed")
Todos los días, los animales migratorios de todo el mundo realizan extraordinarios viajes, arriesgándolo todo en pos de algo más preciado que su propia vida: la procreación y la crianza de la prole, la próxima generación de viajeros. Desde las rocosas playas de las islas Malvinas y las densas selvas de Costa Rica y Australia, hasta la desolada sabana del sur del Sudán, innumerables animales se aventuran en viajes eternos, empeñados en su propia supervivencia, y en la de su especie.
Capítulo 3: La carrera por la supervivencia ("Race to Survive")
Las migraciones son como bombas de tiempo: todos los días, innumerables animales deben desplazarse o morir, impulsados por las estaciones y el cambio climático. Se apresuran a llegar a destino antes de que sea demasiado tarde, para aparearse, para alimentarse o, simplemente, para mantenerse con vida. Desde los cambiantes témpanos del Ártico hasta las salinas de Botswana, billones de criaturas se ven obligados a desplazarse en aras de su propia supervivencia y la de la especie. Para animales como la morsa, el tiburón ballena, la cebra, el orangután, el antílope africano y el plancton, cada día es una carrera contrarreloj.
Capítulo 4: Festín o hambruna ("Feast or Famine")
Cada migración es una travesía épica, motivada en gran medida por el hambre. Todos los días, billones de criaturas se desplazan en busca de mejores pastos. Desde el microscópico plancton y raros elefantes del desierto, pasando por certeras águilas marinas y medusas luminosas, hasta hambrientos tiburones blancos y veloces halcones peregrinos, nuestro planeta vive en movimiento. Innumerables criaturas en viajes inmemoriales, desplazándose de a miles, sobreviviendo como uno.
Capítulo 5: Detrás de las cámaras ("Behind the Scenes")
Se verá un montaje de las historias a presentar como introducción a cada tema. En él se incluirán breves tomas de otras historias que no integran el documental, pero que tienen un valor visual, dramático y hasta cómico en ciertos casos. Cada historia se construyó con las imágenes de “detrás de escena" que se tomaron durante la filmación. Este material incluye, tambión, entrevistas a personajes clave que reflejan sus impresiones y reflexiones sobre dicha experiencia.
Capítulo 6: La ciencia de las migraciones ("Science of Great Migrations")
Originada por el sufrimiento, la desesperación y el hambre, cada migración es un viaje de vida o muerte, lleno de innumerables obstáculos. Este programa irá más allá de las extraordinarias imágenes de las grandes migraciones y mostrará las investigaciones científicas relacionadas con estos magníficos espectáculos de la naturaleza. La icónica migración de los ñúes en el Serengeti; la travesía de casi tres mil kilómetros de la mariposa monarca; la peregrinación de dos meses del elefante marino meridional cerca de las costas de la Patagonia; y el peligroso viaje de los elefantes africanos en Mali, es el material de estudio de los científicos que investigan el audaz mundo de las migraciones. Los avances tecnológicos y de recolección de datos están revelando la interesante dinámica interna de manadas, bandadas y cardúmenes.
Capítulo 7: El ritmo de la vida ("Rhythm of Life")
Este documental presenta las mejores imágenes y la espectacular música orquestal de la serie Grandes Migraciones. Se conjugan imágenes de todo el mundo, de una filmación que se llevó a cabo a lo largo de tres años, dando como resultado un viaje musical por el mundo de características únicas, sin narración. El film es la travesía extraordinaria y peligrosa de miles de millones de criaturas que marchan, nadan o vuelan incansablemente por el planeta.
En 1963, Miguel Barnet conoció en Cuba al último cimarrón superviviente de América, un ex esclavo que logró huir a las cimas de los montes de la provincia de Las Villas: Esteban Montejo, de 103 años de edad. Durante más de tres años, Barnet apuntó la historia de su vida, dándole un orden cronológico, y la escribió con toda su fuerza documental y literaria conservando el sabor y el color del lenguaje de su protagonista. El libro 'Biografía de un cimarrón' era un documento único e irrepetible que contaba las distintas etapas de la existencia de un esclavo: desde la dureza de su vida, la huida y el aislamiento, el trabajo en las plantaciones de caña de azúcar, las costumbres o las ceremonias de los santeros de las religiones afrocubanas, hasta la guerra de la Independencia de España. El Cimarrón fue publicado en 1966 en Cuba y obtuvo inmediatamente un gran éxito internacional.
Basada en ese libro el director y guionista también cubano Juan Carlos Tabío ('Fresa y chocolate') creó el documental, 'Cimarrón, historia de un esclavo' en el que confluyen dos apasionantes historias. Por un lado, el autor de la obra narra a los espectadores cómo conoció a Esteban Montejo en la década de los 60, cuando ya tenía 104 años de edad y vivía recluido en una residencia de La Habana. La segunda parte del relato tiene como protagonista la vida del propio Esteban, quien comparte con los espectadores las tres etapas de su larga y azarosa vida: la esclavitud en una hacienda española de la ciudad de Trinidad, su huida como cimarrón por los campos y montañas de Cuba y, finalmente, su alistamiento con los mambises (guerrilleros independentistas cubanos) para luchar en la guerra de la independencia cubana frente a los españoles.
Les dejamos con la fascinante historia del último esclavo (bueno, ahora existen otras modalidades más cínicas), un hombre que empezando en las peores circunstancias a las que se podía enfrentar una persona, supo con su carácter indómito, su astucia y capacidad de supervivencia lograr lo más preciado para cualquier persona, su capacidad de vivir y tomar decisiones por sí solo, su libertad.
Hoy que cobran efecto las reformas en las tasas judiciales llevadas a cabo por el ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón rescatamos la entrevista que el reportero de El Intermedio Gonzo realizó a finales del año pasado al respecto a Lorena Ruiz-Huerta, de la Asociación Libre de Abogados. Desde hoy el ciudadano queda cada vez más desprotegido en la procelosa búsqueda de justicia en nuestro país frente a los que sí tienen dinero para pagar los procesos judiciales, empresas e instituciones. Todo bueno en la España del PP.