Aprovechamos los dos documentales programados en La Noche Temática hace algunas semanas para componer nuestro 16º post sobre la alimentación. Estos reportajes nos muestran el enorme coste ambiental que tiene la superproducción de alimentos, las consecuencias que nuestro desbocado y muchas veces despilfarrador -casi un tercio de los alimentos producidos acaban en la basura- consumo de comida provocan en algunos de los más frágiles ecosistemas del mundo.
La comida no se tira
RTVE.es / La Noche Temática 06.05.2013
El escándalo del despilfarro alimentario
Documental francés que muestra que más de mil millones de toneladas de alimentos, un tercio de la producción mundial, se tiran antes de llegar al plato. Desde el pescado que se arroja de nuevo al mar por violar las cuotas de la UE a las verduras no seleccionadas por no tener una forma o color adecuado. Hoy día, un número creciente de personas y organizaciones están decididos a cambiar la forma de producir y consumir alimentos. Pero en cuestión de despilfarro, un sector es el principal señalado: el de la gran distribución.
Más de mil millones de toneladas de alimentos, un tercio de la producción mundial, se tiran antes de llegar al plato. Desde el pescado que se arroja de nuevo al mar por violar las cuotas de la UE a las verduras no seleccionadas por no tener una forma o color adecuado. ¿Es esta cantidad de alimentos desperdiciados realmente inevitable? Hoy en día, un número creciente de personas y organizaciones están decididos a cambiar la forma de producir y consumir alimentos.
Los residuos de alimentos se han convertido en un tema urgente a tratar. Hay quien dice que todo lo que no se tira o transforma se dona a los bancos de alimentos, pero eso sólo representa, por ejemplo, el 10% del pescado que no se vende. Les paniers de la mer, “La Cesta del Mar”, una asociación benéfica, financiada con ayudas públicas y donaciones particulares, fue creada para recuperar el pescado no vendido para transformarlo antes de donarlo a las asociaciones de beneficencia. Sus resultados son ilustrativos. En 2009, sólo recuperaron 300 de las 3 mil toneladas condenadas a la destrucción por falta de medios logísticos.
El mismo tipo de despilfarro en el origen de la producción lo encontramos en la agricultura. Las frutas y verduras deben estar calibradas y con una apariencia perfecta. Cuando no es así, los mismos agricultores desechan entre el 15 y el 20% de su producción. Y los productos se pudren en el suelo o en las cajas.
El mismo tipo de despilfarro en el origen de la producción lo encontramos en la agricultura. Las frutas y verduras deben estar calibradas y con una apariencia perfecta. Cuando no es así, los mismos agricultores desechan entre el 15 y el 20% de su producción. Y los productos se pudren en el suelo o en las cajas.
¡Disfruten de la comida!
Documental alemán, que analiza el coste medioambiental para llenar a diario las mesas de comida. La deforestación de la selva para cultivar soja en Brasil o la destrucción de las tres cuartas partes de los manglares del mundo para construir criaderos de gambas plantean la reflexión de un consumo y producción responsable de los alimentos. Llenar nuestra mesa de comida tiene un importante coste medio ambiental. La deforestación de la selva para cultivar soja en Brasil o la destrucción de las tres cuartas partes de los manglares del mundo para construir criaderos de gambas plantean la reflexión de un consumo y producción responsable de los alimentos.
Los manglares son bosques que crecen en agua salada y son un refugio para peces jóvenes y gambas. Si estos bosques desaparecieran, la reserva natural de peces se vería gravemente dañada. Y aun así, se están destruyendo a una velocidad alarmante. Una gran parte de la selva del Amazonas, una zona más grande que Francia ha sido eliminada debido a la producción de soja. Como resultado, miles de plantas y especies de animales ahora están amenazadas. La soja se exporta en masa a Europa. No hace mucho tiempo sólo se podían comprar judías verdes durante unos pocos meses al año, en el verano. Al igual que las lechugas, fresas y, de hecho, todo tipo de frutas y verduras frescas hasta que algunos empresarios vieron que se trataba de una oportunidad demasiado buena como para desaprovecharla. ¿Por qué no tener judías frescas en Navidad? El clima de Kenia parecía ser la solución ideal. El país está situado en una zona ecuatorial, con unas llanuras inmensas, ideales para flores y verduras. Un día y medio después de la recolección, las judías verdes, tirabeques y habichuelas están en las estanterías de los supermercados. La exportación de judías verdes y flores le da muchísimo dinero a Kenia y también trabajo a millones de sus habitantes. Pero, ¿qué significa esta exportación para el hombre y la naturaleza? Texto RTVE
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