lunes, 15 de julio de 2013

Viajes y Migraciones (7) 'Tukki' o las migraciones medioambientales

"El río ha envejecido” Alassane, pescador de gambas en Ziguinchor (costa oeste de Senegal)
“Ha habido un cambio en el clima. Cuando yo era niño, llovía mucho. Ahora he notado que el río, que es nuestra fuente de vida, está más salado y hay más sequía” Mamadou, alcalde de Karcia (provincia de Kolda, la región más pobre de Senegal)
“Nosotros tenemos las riquezas aquí. Cuando los demás las necesitan vienen a buscarlas aquí. Se puede vivir bien en África. Pero hace falta que haya una buena política, una buena estrategia… contando con nuestra propia fuerza y medios. Entonces llegará la ayuda internacional o las inversiones de entidades extranjeras. Pero podemos pensar en un desarrollo local y realizado por los africanos.” Mammadou Lamine, colectivo nacional de pescadores de Dakar.

El documental "Tukki, la huella ambiental" (dirigido por Guillermo García-Ramos en 2009 y producido por la Fundación IPADE, cuyo documental 'La mar del silencio' publicamos hace poco) que hoy traemos a nuestro blog muestra cómo la desertificación, la sobrepesca, la deforestación o el cambio climático obligan a miles de senegaleses a emigrar desde el sur del país a la capital, Dakar. Miles de senegaleses se encuentran ante una encrucijada: a unos se les está “comiendo” el desierto, otros ya no pueden predecir las lluvias como antes y su tierra se seca, y para otros muchos la pérdida de los bosques arruina sus pueblos. En definitiva, su entorno se muere y no saben cómo solucionar estos problemas. 

El continente africano será uno de los más castigados por este fenómeno migratorio aunque también afecta a grandes zonas del sudeste asiático. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que, sólo en África, podría haber 50 millones de 'desplazados ambientales' en 2060. Según los pronósticos del catedrático Norman Myers de la Universidad de Oxford apuntan a que en el 2050 habrá 200 millones de migrantes ambientalesActualmente, hay ya 25 millones de desplazados por causas ambientales y se estima que el 10% de los movimientos de población estaría motivado por factores ambientales.

"Tukki", que significa viajar en idioma wolof, refleja el viaje que se ve obligado a emprender un joven senegalés desde su aldea, situada al sur del país y cercana a Tambacounda, ante la degradación del suelo y la deforestación que sufre su entorno. Su destino, al igual que el de miles de senegaleses que también abandonan sus lugares de origen en las zonas costeras del suroeste, le lleva hasta Dakar, dónde espera encontrar una alternativa de desarrollo. Y desde Dakar quién sabe... Dakar, Kolda y Ziguinchor han sido algunos de los lugares de rodaje de este documental que quiere dar voz a estos grandes olvidados, los desplazados por causas ambientales. 

Un fotograma del documental 'Tukki, la huella ambiental'. | elmundo.esPorque detrás de las cifras, hay muchas historias personales que quedan reflejadas en este documental de agricultores que llevan cinco años sufriendo la sequía en todo el sur de Senegal, de la falta de semillas de calidad, de la salinización de los ríos y otros factores. En la provincia de Kolda, situada al sur de Senegal, la directora del Colegio Sarédianfo, Dienava Tall, habla del drama de la emigración en esta zona y de la necesidad de actuar para frenar este fenómeno. "Si no detenemos las migraciones, en Senegal sólo quedarán los viejos. Aunque los jóvenes que se van envíen mucho dinero, el dinero no servirá de nada", dice Tall. Mamadou, alcalde de Karcia (provincia de Kolda), comenta: "Ha habido un cambio en el clima. Cuando yo era niño, llovía mucho. Ahora he notado que el río, que es nuestra fuente de vida, está más salado"

El documental muestra también las acciones positivas que, a través de proyectos de cooperación, están ayudando a contener o mitigar el problema, sobre todo por parte de la mujer africana, principal motor de la vida diaria, que también tiene que hacer frente al deterioro ambiental:

- debido al modelo tradicional de distribución del trabajo, las mujeres son responsables de la alimentación, el abastecimiento de agua, la obtención de leña… y por ello dependen más directamente que los hombres de los recursos naturales, recursos que se están degradando o desapareciendo.

- las mujeres son además responsables en un 90% del cuidado de las personas mayores y de los niños y niñas, lo que complica o más bien impide su desplazamiento ante el deterioro ambiental. Tendrá por lo tanto que permanecer en sus lugares de origen haciendo frente a las dificultades añadidas que supone la migración masculina, un fenómeno que multiplicará aún más las tareas de las mujeres.

En fin, con ellos y con los profesionales de IPADE (merece la pena ver el making-of y conocerlos a ellos y las circunstancias del rodaje) que hicieron posible que conociéramos la realidad de un país, de un continente, que contribuye con sus recursos y materias primas a buena parte del desarrollo mundial sin que esto apenas repercuta en su propio desarrollo y cuyos habitantes y ecosistemas pagan por un cambio climático que no ha producido. 



El making-of de Tukki, la huella ambiental. Rodando en Senegal

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