Intro
Hace 6000 años aproximadamente empezó la relación del hombre con el caballo, que a sus lomos ha difundido sus ideas y desarrollado sus culturas y comunicaciones, ha guerreado y creado ciudades e imperios, siendo pues vital en la historia de las civilizaciones humanas sobre la Tierra.
La domesticación de equinos herbívoros supuso una revolución energética para el ser humano pues pudo aprovechar la enorme reserva de energía nacida directamente del sol que es la hierba, cuya celulosa impide al ser humano su digestión directa.
A la capacidad racional del ser humano se le unieron una velocidad, fuerza y capacidad de transporte (8 o 9 veces la de un humano) extras que fueron diferenciales en la configuración de las civilizaciones humanas. Que no hubiera caballos en el Nuevo Mundo cuando se desarrollaron los imperios prehispánicos como el inca y el azteca hizo que estos fueron minúsculos en relación a los grandes imperios euroasiáticos, desde Alejandro Magno al Imperio romano o los enormes imperios mongoles. Sólo cuando fueron introducidos en América a través de los conquistadores españoles pudieron ser domados por los nativos norteamericanos y tribus como comanches, apaches la nación sioux pudieron expandirse por el norte del continente gracias a ellos.
Con su ayuda las sociedades humanas crecieron y se desarrollaron hasta que fueron progresivamente sustituidos por el motor de explosión (cuya potencia medimos en caballos...) desde principios del siglo XX hasta nuestros días. A través de dos documentales abordamos la relación entre caballos y hombres en dos momentos del último siglo, la Primera Guerra Mundial (donde fueron obligados a servir y morir en todos frentes) y la España actual, donde la crisis ha hecho que sean abandonados o sacrificados muchos caballos que fueron comprados cuando el dinero bullía, cuando era un capricho más. Sin embargo, su inestimable colaboración como animal doméstico aún hoy en día, no debe hacernos olvidar lo que fundamentalmente es, un animal magnífico, un bello, emocional e inteligente ser vivo al que debemos cuidar y respetar según su naturaleza y al que en esta bitácora queremos dedicar este post. Con un relincho y un elegante piafar comenzamos.
Primera parte - Los caballos y la guerra
A lo largo de casi toda la historia bélica del mundo los ejércitos han usado los caballos para acarrear armas y suministros además de como arma de ataque y persecución. Los ataques de las fuerzas de caballería impusieron su rapidez y eficacia contra las tropas de tierra desde los carros de guerra asirios a los jinetes númidas que lucharon en ambos bandos en las guerras entre Roma y Cartago. Fue a lomos de pequeños y resistentes caballos esteparios como los cuasi-invencibles jinetes mongoles de Genghis Khan y Tamerlán que invadieron medio mundo conocido, fueron centenares de miles de equinos los que soportaron la insensata aventura de Napoleón a los confines de Rusia, los que fueron muriendo de frío y agotamiento y sirviendo de alimento a la épica y desesperada retirada francesa. Y también a caballo se realizaría la célebre y suicida carga del Regimiento Alcántara en el lecho del río Igan en el Rif, para intentar socorrer a los miles de soldados españoles que huían del desastre de Annual en julio de 1921, funesto hecho de armas de nuestra historia al que algún día dedicaremos un post.
Sin embargo, y de la misma forma que las batallas de Crecy y Agincourt anunciaron la decadencia de la caballería pesada medieval frente a los proyectiles de los arqueros ingleses y sus longbow, a mediados del siglo XIX fue en la guerra de Crimea (y la famosa Carga de la Brigada Ligera en Balaklava), donde las tropas montadas mostraron su vulnerabilidad ante la aparición en los campos de batalla de la artillería con balas explosivas. Unas décadas después, ya iniciada la Primera Guerra Mundial, sería el alambre de espino pero sobre todo la aparición de armas de tiro rápido y eficacia letal como las ametralladoras, las que bañaron en sangre las antaño gloriosas cargas de caballería. La Gran Guerra fue la última conflagración en la que los caballos participaron de manera masiva. La certificación de la muerte de la caballería montada como arma de guerra llegaría con las inútiles cargas de los jinetes polacos contra las tropas alemanas al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. No obstante sobre todo los ejércitos alemanes y soviéticos emplearon caballos hasta el fin de la guerra, no sólo para el transporte de municiones y equipos, sino también para efectuar tareas de reconocimiento y aplacar revueltas civiles.
En la primera gran contienda mundial sirvieron varios millones de caballos y mulas en todos los frentes de la guerra, arrastrando grandes piezas de artillería y ambulancias, llevando y trayendo tropas, alimentos, heridos y cadáveres, cayendo enredados en las alambradas, muriendo por explosiones, por los efectos del gas mostaza o en cargas disparatadas de los regimientos montados contra las ametralladoras enemigas. Podemos imaginar el inenarrable sufrimiento y terror al que se vieron sometidos aquellos desdichados seres que enfrentaron con resignación su destino en aquella guerra cruel y sangrienta y cumplieron los deberes impuestos por sus dueños humanos hasta su último aliento. Más allá incluso de su entrega física era conocido su efecto benéfico sobre la moral de las tropas que los tenían cerca, que los veían como compañeros de fatigas y sufrimientos en unas circunstancias terribles a las que, como ellos, estaban de forma obligada.
A pesar de que en los últimos meses de la guerra fue sustituido en algunas de sus misiones por el tanque y otros vehículos a motor, muchos de los equinos supervivientes tras el fin de la contienda vieron recompensado su esfuerzo sirviendo de alimento a las hambrientas columnas de refugiados y prisioneros de guerra que se formaron en buena parte de Europa a finales de 1918. Del millón de caballos ingleses que fueron al frente sólo regresaron a la isla unos 62.000. El documental "Caballo de batalla. La verdadera historia", aprovecha la atención que sobre la suerte de los caballos de guerra puso Steven Spielberg con su -por otra parte decepcionante- película 'Caballo de batalla' (War horse, 2011) y cuenta la historia real de los caballos y de los hombres que los montaron y cuidaron, contribuyendo decisivamente en el esfuerzo bélico de Gran Bretaña.
Despedimos esta primera parte con nuestro homenaje a los caballos de la guerra con uno de los monumentos más hermosos que se han hecho sobre la especial relación entre los caballos y los soldados, compañeros forzados de los horrores de las contiendas humanas. Puede verse en la localidad francesa de Chipilly y en él un soldado británico acuna la cabeza de su caballo herido en la batalla de Amiens. Con ellos y el documental les dejamos.
Segunda Parte - Los caballos en la España actual
Para la segunda parte del post nos trasladamos a la España de hoy en día. De la mano del refugio para animales 'El valle encantado' conoceremos la historia de Camino, un caballo abandonado por sus anteriores dueños al que han acogido para intentar recuperarlo; los responsables de este refugio denuncian el mundo de la hípica y el polo donde son cosificados y obligados a comportamientos antinaturales y en cuanto dejan de dar el rendimiento esperado son abandonados o sacrificados.
Tras este pequeño reportaje será el programa de La2 'El Escarabajo Verde' que ha querido comprobar cómo son tratados muchos caballos que fueron comprados como capricho en los tiempos de bonanza económica y son ahora abandonados a su suerte hasta que mueren o son furtivamente sacrificados entrando como carne barata en la cadena alimentaria, con los correspondientes riesgos sanitarios, como demostró el escándalo de la carne de caballo encontrada en algunas marcas de comida precocinada. A través de la historia de 'Un caballo llamado Hombre', el documental narra la historia del auge y declive que han vivido los caballos en nuestro país que han pasado de ser un objeto de lujo a un gasto innecesarioo simplemente una herramienta a utilizar hasta que se rompe. Véanse por ejemplo las cifras de caballos y mulas muertos cada año en esa romería de fantoches que se reune para ir al Rocío.
Tras este pequeño reportaje será el programa de La2 'El Escarabajo Verde' que ha querido comprobar cómo son tratados muchos caballos que fueron comprados como capricho en los tiempos de bonanza económica y son ahora abandonados a su suerte hasta que mueren o son furtivamente sacrificados entrando como carne barata en la cadena alimentaria, con los correspondientes riesgos sanitarios, como demostró el escándalo de la carne de caballo encontrada en algunas marcas de comida precocinada. A través de la historia de 'Un caballo llamado Hombre', el documental narra la historia del auge y declive que han vivido los caballos en nuestro país que han pasado de ser un objeto de lujo a un gasto innecesarioo simplemente una herramienta a utilizar hasta que se rompe. Véanse por ejemplo las cifras de caballos y mulas muertos cada año en esa romería de fantoches que se reune para ir al Rocío.
La historia de Camino
El Escarabajo Verde - Un caballo llamado Hombre
El documental da voz a veterinarios que advierten que los caballos pueden ser medicados sin que el dato aparezca en su pasaporte. El equipo del programa compra fenilbutazona sin receta veterinaria, un medicamento que está prohibido para animales destinados a consumo humano. Se muestra un cementario ilegal donde los caballos se sacrifican sin contemplaciones o se abandonan a su suerte hasta que mueren.
La crisis de la carne de caballo en productos de vacuno se ha cerrado como un fraude en el etiquetado y no como un problema de seguridad alimentaria. Sin embargo, el documental da voz a veterinarios que advierten que los caballos pueden ser medicados sin que el dato aparezca en su pasaporte. El Escarabajo Verde también ahonda en la situación de abandono que sufren los équidos y que deja escenas tan poco halagüeñas como la de un cementerio ilegal de caballos en Algeciras.
A través de la historia de un caballo llamado Hombre, el documental narra la historia del auge y declive que han vivido los caballos en nuestro país. Estos animales han pasado de ser un objeto de lujo a un gasto innecesario. Los primeros en notarlo han sido los tratantes, personas que se dedican a su compra y venta. El Escarabajo Verde entrevista a uno de ellos para saber más sobre la caída de este animal en el mercado.
A través de la historia de un caballo llamado Hombre, el documental narra la historia del auge y declive que han vivido los caballos en nuestro país. Estos animales han pasado de ser un objeto de lujo a un gasto innecesario. Los primeros en notarlo han sido los tratantes, personas que se dedican a su compra y venta. El Escarabajo Verde entrevista a uno de ellos para saber más sobre la caída de este animal en el mercado.
Coincidiendo con el momento en que más caballos se han sacrificado, Europa detecta que algunos productos precocinados de vacuno contienen hasta un 5% de carne de caballo. Por eso, el Escarabajo Verde ha querido entrevistar a responsables del matadero de Mercasevilla, uno de los que más caballos sacrificó en el 2012, pero denegaron nuestra petición. En el momento del rodaje, las instalaciones acababan de cerrarse cautelarmente después de una inspección de técnicos europeos. Meses más tarde, se ha hecho pública la razón de este cierre: hasta 1.700 caballos podrían haber sido sacrificados y vendidos allí sin el control veterinario obligado.
Otro de los datos que causó alarma durante la crisis de la carne de caballo, fue la posibilidad de que se hallaran restos de fenilbutazona, un medicamento prohibido para animales destinados a consumo humano, que se puede suministrar en los caballos de ocio. Pese a que las muestras oficiales fueron negativas, El Escabajo Verde entrevista al presidente de la Sociedad Científica de Veterinaria de Salud Pública, SOCIVESC, Marco Aurelio Sánchez que advierte de que los équidos podrían ser medicados sin que el dato aparezca en el pasaporte. Para corroborarlo, nuestro equipo intenta comprar este fármaco sin receta veterinaria y lo consigue sin ningún problema.
Pero esta crisis también ha perjudicado temporalmente a ganaderos de equino que buscan la máxima calidad. Así lo cuenta el presidente de la “Federación del Caballo Pirenaico Catalán”. Joan Moret gestiona una explotación equina en Girona que visitaremos para conocer lo que diferencia esta carne con la que procede de los caballos destinados a ocio.
Pero esta crisis también ha perjudicado temporalmente a ganaderos de equino que buscan la máxima calidad. Así lo cuenta el presidente de la “Federación del Caballo Pirenaico Catalán”. Joan Moret gestiona una explotación equina en Girona que visitaremos para conocer lo que diferencia esta carne con la que procede de los caballos destinados a ocio.
Algunos propietarios, en vez del matadero, deciden deshacerse de sus caballos dejándolos en el monte. Por eso, el albergue de équidos CYD Santa María, en Málaga, está al máximo de su capacidad. Para mostrar la gravedad de la situación, la asociación llevará a nuestro equipo hasta a un cementerio ilegal donde los caballos son abandonados a su suerte hasta que mueren o son sacrificados sin contemplaciones.
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