Vivimos nuestras vidas en un solo sentido, llorando, riendo, amando, reflexionando, construyendo un mundo entre pequeños gestos, encerrando al universo en nuestros anhelos, acompañadamente solos o solitariamente acompañados, aprovechando las horas que se nos han dado y solo deteniendo el tiempo cuando un alma pareja nos ha encontrado. No vemos todo el cuadro... y no nos importa, o por lo menos no debería importarnos.
Porque para eso "creamos" los fantasmas y todo a lo que los hemos asociado: son voces lejanas, sensaciones que se quedan, memorias que permanecen atadas a un enigma, están ahí para avisarnos si pueden, se sienten en el aire cuando no sabemos explicar por qué nos sentimos unidos a un lugar.
Los relacionamos lejanamente a nuestra experiencia, y querría creer que esa eternidad compartida no es una calle de un solo camino: tienen un sentido, y atarse a un lugar para velarnos es su manera de hacer las paces con los vivos.
Así, la próxima vez que notes una presencia en la oscuridad, o una puerta esté cerrándose en otro lugar, quizás dejas de preocuparte, porque habrás comprendido que nada allá te quiere mal: se trata tan solo de un recuerdo, buscando perdurar. Y quizá te merezca la pena observar el reflejo de la luz, deslumbrarte con sus colores y pensar que algo podría estar... o dejar (tras)pasar esa fantasmal sensación, y nada más.
Porque, al fin y al cabo, un fantasma es como un mensaje en la pared o como el eco de una costumbre que se repite sin que sepamos por qué: únicamente guarda sentido para el que quiere verlo, aunque sólo con eso ya sea más que un simple recuerdo. Una prueba de que importamos en el inmenso cosmos, y de que todo lo que fuimos no va a acabar desapareciendo.
(Crítica de 'A ghost story' en Cineredux.com) Si no la han visto, háganlo, échense una sábana por encima e impregnen su hogar con la esencia inmortal de su propio ser.
(Crítica de 'A ghost story' en Cineredux.com) Si no la han visto, háganlo, échense una sábana por encima e impregnen su hogar con la esencia inmortal de su propio ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario