Hoy publicamos 'The Cove', un espeluznante documental dirigido por Louie Psihoyos en 2009 que aborda la sangrienta matanza de delfines en el pueblo japonés de Taiji. Aunque también en Europa, en las islas Feroe de la muy civilizada Dinamarca, se producen todos los años hechos muy parecidos.
Este multipremiado documental (galardonado entre otros con el Oscar 2010 al Mejor Documental) fue realizado por el empeño de un hombre, Rick O'Barry, que en los años 60 fue entrenador de los delfines que interpretaban al célebre Flipper, aquel delfín televisivo que hizo que los estadounidenses se aficionaran a los delfines. Aquella cándida serie y el rictus facial de esta especie a modo de eterna sonrisa paradójicamente significarían que el futuro de muchos de ellos en las décadas posteriores sería ser apresados y sacados de su medio natural para servir de esclavizados payasos en los delfinarios de los parques recreativos que surgirían por todo el mundo. Hasta el día en que uno de ellos simplemente dejó de respirar en sus brazos. Ric se dió cuenta de la terrible evidencia que los cetáceos son animales que en cautiverio sufren un stress que les ocasiona depresiones y en ocasiones les lleva al suicidio. Ese momento catártico en el que tomó conciencia de la explotadora industria que había ayudado a construir le decidió a dedicar su vida a tratar de liberar a todos los delfines y orcas privados de libertad.
Fruto de sus investigaciones llegó a conocer lo que acontecía cada año en una cala oculta al público en Taiji. Afortunadamente la controversia y el shock que supuso en la sociedad japonesa (muchos cines fueron amenazados y hubo manifestaciones a favor y en contra) la difusión de este documental -en el que además se denuncian los altos niveles de plomo en la carne de estos mamíferos y los turbios manejos japoneses en la Comisión Ballenera Internacional- provocó que, como cuenta Ric O'Barry en el artículo de El Mundo que adjuntamos a continuación, haya bajado el consumo de carne de delfín y otros cetáceos (Japón gusta también de masacrar marsopas y otras ballenas) en el país nipón. Pero eso no significa que no se sigan produciendo cada año las masacres de cetáceos pues 23.000 delfines y marsopas son cazadas cada año en el país nipón. El pasado 1 de septiembre comenzó la temporada de caza, que durará hasta abril. Con todo ello les dejamos.
Fruto de sus investigaciones llegó a conocer lo que acontecía cada año en una cala oculta al público en Taiji. Afortunadamente la controversia y el shock que supuso en la sociedad japonesa (muchos cines fueron amenazados y hubo manifestaciones a favor y en contra) la difusión de este documental -en el que además se denuncian los altos niveles de plomo en la carne de estos mamíferos y los turbios manejos japoneses en la Comisión Ballenera Internacional- provocó que, como cuenta Ric O'Barry en el artículo de El Mundo que adjuntamos a continuación, haya bajado el consumo de carne de delfín y otros cetáceos (Japón gusta también de masacrar marsopas y otras ballenas) en el país nipón. Pero eso no significa que no se sigan produciendo cada año las masacres de cetáceos pues 23.000 delfines y marsopas son cazadas cada año en el país nipón. El pasado 1 de septiembre comenzó la temporada de caza, que durará hasta abril. Con todo ello les dejamos.
Firmar en contra de la matanza de delfines de Japón
'La matanza de delfines en Japón se ha reducido desde el estreno de 'The Cove'
Teresa Guerrero - El Mundo 26/02/2012
O'Barry, con una bandeja de carne de delfín en un supermercado japonés. | 'S.J.D'Ric O'Barry (Florida, 1941) lleva más de cuarenta años luchando por acabar con la industria que él mismo contribuyó a crear. En los años 60 se hizo famoso en todo el mundo al convertirse en el entrenador de la famosa serie de televisión 'Flipper', un personaje interpretado por varios delfines. Uno de los animales murió en sus brazos al dejar voluntariamente de respirar. A partir de ese momento, O' Barry decidió dedicar su vida a protegerlos.Hace tres años volvió a hacerse famoso al denunciar la matanza indiscriminada de delfines en un pueblo costero de Japón. El documental 'The Cove' (La cueva) mostró al mundo la investigación llevada a cabo en Taiji por un equipo de su organización conservacionista, 'Save Japan Dolphins'. Hoy se cumplen dos años desde que el film ganó el Oscar al mejor documental, un premio que, como señala O´Barry en una entrevista con Elmundo.es, ha contribuido enormemente a los avances de su organización.
Equipados con cámaras ocultas, los activistas consiguieron grabar la caza de delfines y documentar el lucrativo negocio que representa el tráfico de estos pequeños cetáceos. Los mejores ejemplares son vendidos por unos 115.000 euros a los acuarios y zoológicos de todo el mundo, donde son explotados. Los demás son aniquilados brutalmente y su carne, rica en mercurio y otros elementos tóxicos, es comercializada en los supermercados del país.
Pregunta.-Usted fundó el proyecto 'Save Japan Dolphins' en 1970, aunque éste no se hizo mundialmente conocido hasta el estreno del documental 'The Cove'. ¿Cómo ha ayudado la película a los objetivos de su organización.
'The Cove' ha supuesto una gran diferencia. Los medios de comunicación japoneses estuvieron evitando este tema durante años. Antes de su estreno, los periodistas de los principales periódicos y televisiones de Tokio que visitábamos junto a conservacionistas japoneses nos decían que la matanza de delfines era una gran historia, pero que sus directores no les permitirían publicarla. La película cambió esto por completo. Algunos medios siguen mostrándose hostiles, pero muchos simpatizan con nuestra causa. En Japón se ha producido un enorme descenso en el consumo de carne procedente de delfín y ballena, dejando a los cazadores con menos mercado para vender sus delfines. Y lo atribuimos a nuestra campaña y al documental. Sobre todo, porque informó de que esta carne está contaminada por mercurio en la carne de delfín y ballena. Es importante recordar que [el descenso] no ha sido sólo por la película. Por sí sola no habría podido producir ningún cambio. La clave del éxito ha sido nuestra campaña permanente para llevar la verdad al público, tanto en Japón como en el resto del mundo.
P.-La matanza de delfines, sin embargo, continúa en Taiji. ¿Se ha reducido el número de animales capturados?
Sí, durante los últimos cinco años ha habido un descenso continuado en el número de delfines asesinados en Taiji. Se rumorea que la temporada de caza de este año acabará varias semanas antes de lo habitual (normalmente la época de caza durante hasta finales de marzo, y a veces hasta abril) porque el mercado en el que los cazadores venden su carne se ha reducido.
P.-Por lo que respecta al Gobierno japonés, ¿ha percibido un cambio en su posición? ¿Se han tomado medidas para frenar la matanza de delfines?No. El Gobierno, o mejor, debería decir la Agencia Pesquera de Japón es adicta a la matanza de delfines y ballenas. Harán cualquier cosa para promover estas matanzas, utilizando incluso fondos destinados a paliar los efectos del terremoto y del tsunami [del 11 de marzo de 2011] para dar subsidios y proteger la caza. Ellos son los verdaderos villanos en este caso. A los burócratas de la Agencia Pesquera de Japón no les preocupa en absoluto la salud y el bienestar de la población. Es una situación muy trágica. Podríamos incluso llegar a una situación en la que los pescadores de Taiji se niegan a cazar delfines pero aún recibirían permisos del Gobierno.
P.-¿Cómo ha reaccionado la sociedad japonesa?
Creo que el mensaje del documental sobre las sangrientas matanzas, que habían sido ocultadas a la sociedad japonesa, y sobre la contaminación por mercurio de la carne de delfín se ha extendido de manera significativa desde que 'The Cove' se estrenó en Japón. Todavía nos queda mucho por hacer, pero estamos progresando de manera impresionante para que se reduzca su caza. Un periodista japonés, amigo mío, nos dijo que el año pasado, el alcalde de Taiji se quejó por la gran cantidad de historias publicadas sobre el mercurio, pues estaban perjudicando las ventas de carne de delfín.
P.-¿En cuántos cines japoneses se estrenó 'The Cove'?
Si la memoria no me falla, se ha proyectado en unos 26 o 28 cines. En algunos estuvo en cartelera durante más de dos meses. Ahora esta disponible en DVD en las tiendas, y nuestros amigos de la 'Oceanic Preservation Society' (OPS), que hicieron la película, y yo estamos distribuyendo copias gratuitas. Cualquiera puede ir a la página web de OPS y descargarse una copia en japonés gratis. Pero todavía hay muchos japoneses que no han visto 'The Cove', aunque se han publicado muchas noticias en los medios nipones sobre el documental y las matanzas. Sería fantástico que se emitiera en la televisión de Japón, aunque dudo de que ningún canal se arriesgue a la cólera que desataría en el Gobierno japonés.
P.-¿Tienen cifras sobre el descenso del consumo de carne de cetáceo?No disponemos de mucha información sobre la venta de carne de delfín pero sí sabemos que en 2010 había 5.000 toneladas de carne de ballena congelada. En 2011, aumentó a 5.400 toneladas. Fue un año en que el número de ballenas capturadas en Japón fue muy bajo. En otras palabras, no pueden vender la carne de ballena en el mercado y tienen que almacenarla.
P.-En el documental denunciaban que, en ocasiones, la carne de delfín se vende en los supermercados japoneses como si fuera de ballena. ¿Continúa este fraude?
No lo sabemos con seguridad pero asumimos que sí. La carne de delfín sigue siendo etiquetada como si fuera de ballena. De modo que el declive en el consumo de ballena nos da una idea sobre el descenso en las ventas de delfín también.
P.-En el blog que mantiene en su página web afirma que en 2011 han logrado grandes progresos en las Islas Solomon y en Indonesia. ¿Cuáles son sus principales objetivos en 2012?
Continuaremos teniendo voluntarios en la cueva de Taiji durante la temporada de caza para comprobar los progresos y para seguir mostrando al mundo lo que allí ocurre. Volví a visitar Taiji en enero y, por primera vez, emitimos un vídeo grabado allí vía iPad. Fue un gran éxito. Seguimos haciendo análisis a muestras de carne para buscar mercurio y midiendo los índices de radiactividad tras el accidente de Fukushima. Intentamos llevar nuestro mensaje al mayor número posible de japoneses distribuyendo copias gratuitas del documental, con ayuda de nuestros amigos de la 'Oceanic Preservation Society'. Me estoy reuniendo con gente influyente en Tokio y organizando ruedas de prensa de forma periódica. Este verano, queremos ayudar a las empresas de avistamiento de delfines, que están proliferando en Japón. También estamos dando más dinero a las Islas Salomón para compensar sus esfuerzos (a cambio de que dejen de matar a alrededor de 2.000 delfines cada año). Estamos intentando mejorar nuestra cooperación con el Gobierno de Indonesia y continuaremos luchando para evitar que se construyan nuevos delfinarios por todo el mundo. ¡Espero que podamos cerrar varios de ellos este año!.
P.-¿Las Islas Salomón exportaban delfines a Japón?
No, por lo que sabemos. Todos los delfines asesinados se usaban para consumo propio, y los dientes se utilizaban como dinero. Hemos logrado acabar con esto cooperando con los habitantes de los pueblos. Aún hay varias compañías que cazan delfines para venderlos a acuarios. En diciembre, por ejemplo, enviaron 25 ejemplares a China. Esperamos acabar con estas ventas este año. Por lo que sabemos, ningún delfín ha sido exportado a Japón. Taiji satisface las necesidades de Japón.
P.-¿Cuántas veces fue arrestado el año pasado?
Me han detenido varias veces en el pasado pero nunca me han condenado por violar ninguna ley. Hace tiempo que no me arrestan aunque no lo voy a evitar si puede resultar útil para nuestros objetivos. En Japón, por ejemplo, ser arrestado sería inútil pues tendría problemas cada vez que regresara al país. Todos tenemos mucho cuidado para no violar las leyes japonesas y cooperamos con la policía.
P.-¿Ha habido avances positivos en la Comisión Ballenera Internacional?
El fotograma muestra el agua teñida de rojo por la sangre de delfín. | 'Save Japan Dolphins'.
El único avance positivo ha sido que 'Earth Island' y otras muchas ONG han conseguido detener un plan conjunto de EEUU y Japón para que se legalizara la caza de ballenas por parte de Japón pese a la moratoria vigente desde 1986-1987. La Administración Obama realmente ha dado una imagen patética en esa lucha. Pero estoy contento de poder decir que la UE, Australia y muchos países de Sudamérica defienden a las ballenas.
P.-En el pasado ha recibido amenazas por su campaña. ¿Sigue amenazado?
En Taiji, la presencia policial creció enormemente. Aunque su principal objetivo es proteger a los cazadores de delfines, en realidad nos protegen a nosotros también. Así, que de alguna forma, el tema de la seguridad ha mejorado. Aún tengo que tener cuidado en Japón porque algunos grupos nacionalistas radicales se han involucrado en este tema. En realidad, me gusta Japón. Los japoneses involucrados en la matanza de delfines y ballenas son una minoría.
P.-Asegura usted en su blog que la matanza y la explotación de delfines acabará, aunque llevará tiempo. Teniendo en cuenta los esfuerzos de los gobiernos y la situación actual, ¿cuándo cree que lo lograrán?
Es difícil saberlo. Creo que en Taiji cada vez es más difícil hacer dinero con los delfines. Aún es muy rentable cazar animales para que vivan en cautividad así que no podemos saber si será pronto. En otros pueblos costeros de Japón todavía se matan muchos ejemplares cada año, aunque la caza ha sido temporalmente interrumpida debido al tsunami. Pero en Taiji creo que sólo harán falta unos pocos años para que los cazadores tengan que dejarlo.
P.-¿Ha mejorado en estos dos últimos años la situación de los delfines en cautividad en España?
Teresa Guerrero - El Mundo 26/02/2012
O'Barry, con una bandeja de carne de delfín en un supermercado japonés. | 'S.J.D'Ric O'Barry (Florida, 1941) lleva más de cuarenta años luchando por acabar con la industria que él mismo contribuyó a crear. En los años 60 se hizo famoso en todo el mundo al convertirse en el entrenador de la famosa serie de televisión 'Flipper', un personaje interpretado por varios delfines. Uno de los animales murió en sus brazos al dejar voluntariamente de respirar. A partir de ese momento, O' Barry decidió dedicar su vida a protegerlos.Hace tres años volvió a hacerse famoso al denunciar la matanza indiscriminada de delfines en un pueblo costero de Japón. El documental 'The Cove' (La cueva) mostró al mundo la investigación llevada a cabo en Taiji por un equipo de su organización conservacionista, 'Save Japan Dolphins'. Hoy se cumplen dos años desde que el film ganó el Oscar al mejor documental, un premio que, como señala O´Barry en una entrevista con Elmundo.es, ha contribuido enormemente a los avances de su organización.
Equipados con cámaras ocultas, los activistas consiguieron grabar la caza de delfines y documentar el lucrativo negocio que representa el tráfico de estos pequeños cetáceos. Los mejores ejemplares son vendidos por unos 115.000 euros a los acuarios y zoológicos de todo el mundo, donde son explotados. Los demás son aniquilados brutalmente y su carne, rica en mercurio y otros elementos tóxicos, es comercializada en los supermercados del país.
Pregunta.-Usted fundó el proyecto 'Save Japan Dolphins' en 1970, aunque éste no se hizo mundialmente conocido hasta el estreno del documental 'The Cove'. ¿Cómo ha ayudado la película a los objetivos de su organización.
'The Cove' ha supuesto una gran diferencia. Los medios de comunicación japoneses estuvieron evitando este tema durante años. Antes de su estreno, los periodistas de los principales periódicos y televisiones de Tokio que visitábamos junto a conservacionistas japoneses nos decían que la matanza de delfines era una gran historia, pero que sus directores no les permitirían publicarla. La película cambió esto por completo. Algunos medios siguen mostrándose hostiles, pero muchos simpatizan con nuestra causa. En Japón se ha producido un enorme descenso en el consumo de carne procedente de delfín y ballena, dejando a los cazadores con menos mercado para vender sus delfines. Y lo atribuimos a nuestra campaña y al documental. Sobre todo, porque informó de que esta carne está contaminada por mercurio en la carne de delfín y ballena. Es importante recordar que [el descenso] no ha sido sólo por la película. Por sí sola no habría podido producir ningún cambio. La clave del éxito ha sido nuestra campaña permanente para llevar la verdad al público, tanto en Japón como en el resto del mundo.
P.-La matanza de delfines, sin embargo, continúa en Taiji. ¿Se ha reducido el número de animales capturados?
Sí, durante los últimos cinco años ha habido un descenso continuado en el número de delfines asesinados en Taiji. Se rumorea que la temporada de caza de este año acabará varias semanas antes de lo habitual (normalmente la época de caza durante hasta finales de marzo, y a veces hasta abril) porque el mercado en el que los cazadores venden su carne se ha reducido.
P.-Por lo que respecta al Gobierno japonés, ¿ha percibido un cambio en su posición? ¿Se han tomado medidas para frenar la matanza de delfines?No. El Gobierno, o mejor, debería decir la Agencia Pesquera de Japón es adicta a la matanza de delfines y ballenas. Harán cualquier cosa para promover estas matanzas, utilizando incluso fondos destinados a paliar los efectos del terremoto y del tsunami [del 11 de marzo de 2011] para dar subsidios y proteger la caza. Ellos son los verdaderos villanos en este caso. A los burócratas de la Agencia Pesquera de Japón no les preocupa en absoluto la salud y el bienestar de la población. Es una situación muy trágica. Podríamos incluso llegar a una situación en la que los pescadores de Taiji se niegan a cazar delfines pero aún recibirían permisos del Gobierno.
P.-¿Cómo ha reaccionado la sociedad japonesa?
Creo que el mensaje del documental sobre las sangrientas matanzas, que habían sido ocultadas a la sociedad japonesa, y sobre la contaminación por mercurio de la carne de delfín se ha extendido de manera significativa desde que 'The Cove' se estrenó en Japón. Todavía nos queda mucho por hacer, pero estamos progresando de manera impresionante para que se reduzca su caza. Un periodista japonés, amigo mío, nos dijo que el año pasado, el alcalde de Taiji se quejó por la gran cantidad de historias publicadas sobre el mercurio, pues estaban perjudicando las ventas de carne de delfín.
P.-¿En cuántos cines japoneses se estrenó 'The Cove'?
Si la memoria no me falla, se ha proyectado en unos 26 o 28 cines. En algunos estuvo en cartelera durante más de dos meses. Ahora esta disponible en DVD en las tiendas, y nuestros amigos de la 'Oceanic Preservation Society' (OPS), que hicieron la película, y yo estamos distribuyendo copias gratuitas. Cualquiera puede ir a la página web de OPS y descargarse una copia en japonés gratis. Pero todavía hay muchos japoneses que no han visto 'The Cove', aunque se han publicado muchas noticias en los medios nipones sobre el documental y las matanzas. Sería fantástico que se emitiera en la televisión de Japón, aunque dudo de que ningún canal se arriesgue a la cólera que desataría en el Gobierno japonés.
P.-¿Tienen cifras sobre el descenso del consumo de carne de cetáceo?No disponemos de mucha información sobre la venta de carne de delfín pero sí sabemos que en 2010 había 5.000 toneladas de carne de ballena congelada. En 2011, aumentó a 5.400 toneladas. Fue un año en que el número de ballenas capturadas en Japón fue muy bajo. En otras palabras, no pueden vender la carne de ballena en el mercado y tienen que almacenarla.
P.-En el documental denunciaban que, en ocasiones, la carne de delfín se vende en los supermercados japoneses como si fuera de ballena. ¿Continúa este fraude?
No lo sabemos con seguridad pero asumimos que sí. La carne de delfín sigue siendo etiquetada como si fuera de ballena. De modo que el declive en el consumo de ballena nos da una idea sobre el descenso en las ventas de delfín también.
P.-En el blog que mantiene en su página web afirma que en 2011 han logrado grandes progresos en las Islas Solomon y en Indonesia. ¿Cuáles son sus principales objetivos en 2012?
Continuaremos teniendo voluntarios en la cueva de Taiji durante la temporada de caza para comprobar los progresos y para seguir mostrando al mundo lo que allí ocurre. Volví a visitar Taiji en enero y, por primera vez, emitimos un vídeo grabado allí vía iPad. Fue un gran éxito. Seguimos haciendo análisis a muestras de carne para buscar mercurio y midiendo los índices de radiactividad tras el accidente de Fukushima. Intentamos llevar nuestro mensaje al mayor número posible de japoneses distribuyendo copias gratuitas del documental, con ayuda de nuestros amigos de la 'Oceanic Preservation Society'. Me estoy reuniendo con gente influyente en Tokio y organizando ruedas de prensa de forma periódica. Este verano, queremos ayudar a las empresas de avistamiento de delfines, que están proliferando en Japón. También estamos dando más dinero a las Islas Salomón para compensar sus esfuerzos (a cambio de que dejen de matar a alrededor de 2.000 delfines cada año). Estamos intentando mejorar nuestra cooperación con el Gobierno de Indonesia y continuaremos luchando para evitar que se construyan nuevos delfinarios por todo el mundo. ¡Espero que podamos cerrar varios de ellos este año!.
P.-¿Las Islas Salomón exportaban delfines a Japón?
No, por lo que sabemos. Todos los delfines asesinados se usaban para consumo propio, y los dientes se utilizaban como dinero. Hemos logrado acabar con esto cooperando con los habitantes de los pueblos. Aún hay varias compañías que cazan delfines para venderlos a acuarios. En diciembre, por ejemplo, enviaron 25 ejemplares a China. Esperamos acabar con estas ventas este año. Por lo que sabemos, ningún delfín ha sido exportado a Japón. Taiji satisface las necesidades de Japón.
P.-¿Cuántas veces fue arrestado el año pasado?
Me han detenido varias veces en el pasado pero nunca me han condenado por violar ninguna ley. Hace tiempo que no me arrestan aunque no lo voy a evitar si puede resultar útil para nuestros objetivos. En Japón, por ejemplo, ser arrestado sería inútil pues tendría problemas cada vez que regresara al país. Todos tenemos mucho cuidado para no violar las leyes japonesas y cooperamos con la policía.
P.-¿Ha habido avances positivos en la Comisión Ballenera Internacional?
El fotograma muestra el agua teñida de rojo por la sangre de delfín. | 'Save Japan Dolphins'.
El único avance positivo ha sido que 'Earth Island' y otras muchas ONG han conseguido detener un plan conjunto de EEUU y Japón para que se legalizara la caza de ballenas por parte de Japón pese a la moratoria vigente desde 1986-1987. La Administración Obama realmente ha dado una imagen patética en esa lucha. Pero estoy contento de poder decir que la UE, Australia y muchos países de Sudamérica defienden a las ballenas.
P.-En el pasado ha recibido amenazas por su campaña. ¿Sigue amenazado?
En Taiji, la presencia policial creció enormemente. Aunque su principal objetivo es proteger a los cazadores de delfines, en realidad nos protegen a nosotros también. Así, que de alguna forma, el tema de la seguridad ha mejorado. Aún tengo que tener cuidado en Japón porque algunos grupos nacionalistas radicales se han involucrado en este tema. En realidad, me gusta Japón. Los japoneses involucrados en la matanza de delfines y ballenas son una minoría.
P.-Asegura usted en su blog que la matanza y la explotación de delfines acabará, aunque llevará tiempo. Teniendo en cuenta los esfuerzos de los gobiernos y la situación actual, ¿cuándo cree que lo lograrán?
Es difícil saberlo. Creo que en Taiji cada vez es más difícil hacer dinero con los delfines. Aún es muy rentable cazar animales para que vivan en cautividad así que no podemos saber si será pronto. En otros pueblos costeros de Japón todavía se matan muchos ejemplares cada año, aunque la caza ha sido temporalmente interrumpida debido al tsunami. Pero en Taiji creo que sólo harán falta unos pocos años para que los cazadores tengan que dejarlo.
P.-¿Ha mejorado en estos dos últimos años la situación de los delfines en cautividad en España?
Realmente no. Aunque hay una nueva iniciativa para prohibir la importación de delfines salvajes a través de la Unión Europea. Si sale adelante, será un paso importante hacia el fin de la cautividad de los delfines en Europa.
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