"El juego de la muerte" es un documental de producción francesa del año 2010 que sigue a 80 personas que se presentan voluntarias para participar en el piloto de un nuevo concurso de televisión y que, sin saberlo, están participando en un experimento similar a los que Stanley Milgram realizó en Yale en los años sesenta para estudiar el impacto de la autoridad en la obediencia de la población. Con ellos, Milgram pretendía encontrar una explicación al sometimiento de la sociedad civil alemana bajo el mandato de Adolf Hitler.
En el concurso que plantea "El juego de la muerte", una conocida presentadora ordena a los concursantes que realicen descargas eléctricas a su compañero de juego cada vez que éste falle las preguntas de un cuestionario. El concurso comienza y, mientras tanto, un grupo de psicólogos va analizando las reacciones psicológicas de los participantes. Aunque el concurso es una farsa y las descargas eléctricas no son reales, ni el público en el plató ni los participantes lo saben. Parte del juego les obliga a convertirse en torturadores que pueden llegar a ocasionar descargas eléctricas de hasta 360 voltios, potencialmente letales.
Según el concurso va avanzando y los errores del concursante produciéndose también va aumentando la intensidad de las supuestas descargas eléctricas y los gritos del doliente, al igual que crece la presión del público y de la presentadora sobre el concursante ejecutor, que entra en el llamado "estado agéntico" que le hace estar en situación de actuar en contra de los valores propios si una autoridad lo ordena. Se encuentra atrapado al verse confrontados su propio sistema moral y el sistema legal impuesto por las normas del programa y la figura de autoridad que representa la presentadora y es cuando llegan las dudas, la tensión, las risas nerviosas y en muchos casos la obediencia a unas órdenes perversas e intimidatorias. Y surgen las preguntas, ¿cuántos concursantes llegarán a ocasionar descargas a pesar de los gritos de dolor de su compañero? ¿hasta qué nivel llegarán algunos? ¿habrá quien cuestione a la autoridad con la firmeza que le otorga su propio sistema ético? ¿cuántos conseguirán superar la tensión y las presiones desobedeciendo las reglas para reafirmarse en sus valores individuales y en su negación de seguir ocasionando dolor a un semejante?
En fin, un documental controvertido e interesantísimo que es una llamada de atención sobre la obediencia ciega a la autoridad y nos muestra el poder de manipulación de la televisión y el peligro de reproducción de este modelo en regímenes totalitarios o en políticas dogmáticas o segregacionistas.
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