En la charla TED que abajo publicamos, Boyan Slat, un talentoso estudiante de Ingeniería holandés de 20 años y aficionado al buceo cuenta cómo hace cuatro años, tras comprobar desolado la proporción de contaminación de plásticos en los océanos del mundo en cinco grandes vórtices de basura flotante, desarrolló una revolucionaria idea de cómo poder recolectar esos residuos y aprovecharlos posteriormente. En estos años ha desarrollado el proyecto The Ocean Cleanup liderando un equipo de cien personas, entre ellas 70 científicos e ingenieros, en una expedición encaminada a demostrar la viabilidad a escala real de su proyecto para intentar solucionar este problema global.
Su plan consiste en instalar en zonas estratégicas de los océanos barreras flotantes –no redes que ocasionarían capturas incidentales– ancladas al fondo del mar para atrapar los residuos plásticos con la ayuda de la energía del viento y de las corrientes marinas. Una vez reunidos serían succionados hacia una plataforma que cada 45 días sería evacuada por embarcaciones. Las barreras llegan solo hasta tres metros de profundidad, por lo que la vida marina seguiría su curso por debajo de ella. A diario, 65 metros cúbicos del material plástico que no solo contamina al océano, sino que genera daños en los arrecifes de coral y acaba con la vida de millones de aves y mamíferos marinos que se enredan en él o lo consumen, se recogerían para ser reciclados. Así es el instalache que propone:
Su proyecto ha sido premiado en la categoría Inspiración y Acción de Campeones por la Tierra, el más importante galardón medioambiental de la ONU con el que reconoce a visionarios en los campos de la política, ciencia, empresa y acción civil. Ahora falta que sea apoyado y financiado por la administración de su país o empresas privadas para hacerlo realidad a escala planetaria, a ver si podemos paliar algo el desastre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario