viernes, 24 de febrero de 2012

Amor (6) Antropología del amor


Antropología del amor: un colocón sustancial

“Siempre he considerado que el amor romántico es una de las más curiosas, excitantes y dolorosas experiencias del ser humano. Quise saber por qué la gente vive, canta y mata por amor, y muere para vivirlo.” Helen Fisher, antropóloga.

"El amor romántico no tiene más de tres siglos. Es un invento occidental." Julian Lopez, antropólogo.

Julian Lopez, tras una exhaustiva etnografía del amor, opina:

“El amor es un invento. Sólo trato de constatar evidencias, nada más lejos de mi intención que concienciar. Con esa sentencia quiero decir que los rasgos del sentimiento amoroso tal como los definimos actualmente tienen un punto histórico de origen y desde luego no tienen correspondencia en todas las culturas. Dicho esto también hay que decir que aún siendo un invento funciona como si no lo fuera hasta el punto que el amor se nos presenta como una institución esencial y eterna y por eso lo inventado se hace real: tan real como que es incuestionable que el corazón palpita más rápido cuando alguien dice estar enamorado. Sin embargo nadie nos puede asegurar que eso pasará dentro de mil años. El amor romántico no tiene más de 3 siglos. Puede haber algo parecido a la atracción o a la ternura, pero el componente central diferencial del amor romántico que es unir a la ternura la atracción física, es un invento occidental.


“Yo he estudiado cómo una sociedad televisiva (que ve relaciones de amor en telenovelas) y cibernaútica (que propicia primeros encuentros virtuales tremendamente modelizados a pesar de la supuesta libertad) representa y orienta modelos de relación afectiva que dibujan nuevas tipologías sociales: el apasionamiento por ejemplo. Parece que ese modelo de amor vivido en breves pero intensos momentos se ha convertido en metonimia de la sociedad, siempre en vilo esperando acontecimientos. En todo caso también habría que tener en cuenta la relación recíproca pues las telenovelas pueden influir en la vida, pero también la vida real influye en la telenovela (o en el Chat) y no sólo porque sea un vivero inagotable de historias para novelar sino porque ahora, cada vez más, la gente anónima tiene la posibilidad de convertirse en guionista. La gente hoy se puede apropiar y se apropia de modelos televisivos para adquirir nuevas y mejores competencias en diversos ámbitos: de seducción, de belleza, de disfrute del ocio, educación o planificación familiar. El guionista de una telenovela se apropia cada vez más de los comentarios de telenovela-adictas en los numerosísimos foros de discusión, hasta el punto de que los guiones inconclusos son una nueva alternativa que dibuja muy bien los cambios en la autoría de las historias: no es que la historia surja de la cultura popular, es que la cultura popular está escribiendo la historia, la nueva historia de amor.

“Internet amplífica el conocimiento pero limita la emoción. Esta idea se ve claramente con un ejemplo, un mail facilita la comunicación y la extiende pero como decía Saramago una carta electrónica de amor nunca se podrá emborronar con una lágrima.”

Helen Fisher, antropóloga experta en el amor (ha publicado entre otros libros “Anatomía del amor: historia natural de la monogamia, adulterio y divorcio” y “Por qué amamos: naturaleza y química del amor romántico”) es más radical: "El colocón del enamorado lo producen las sustancias que fabrica su cerebro". Helen puso carteles por la Universidad Rutgers, en New Jersey: “¿Acabas de enamorarte locamente?” Con 839 voluntarios de variadas edades, razas y condiciones que pasaron por la resonancia magnética nuclear demostró que el amor es universal y apenas se diferencia de unos a otros.

”Creo que esa locura la producen los niveles altos de dopamina y norepinefrina, y un nivel bajo de serotonina. La dopamina en grandes cantidades, además de aumentar el nivel de testosterona – la hormona del deseo sexual–, está asociada con una gran capacidad de concentración, euforia y dependencia, que son síntomas de adicción. El colocón del enamorado lo producen las sustancias que fabrica su cerebro: el alto nivel de norepinefrina, que produce euforia y pérdida del apetito; el bajo nivel de serotonina tiene que ver con la obsesión de estar con el amado.”

“Todo es química. Cada vez que producimos un pensamiento, o tenemos una motivación, o experimentamos una emoción, siempre se trata de química. Sin embargo, se pueden conocer todos y cada uno de los ingredientes de un pastel de chocolate, pero todavía nos gusta sentarnos y comerlo. De la misma manera, podemos conocer toda la química que hay detrás del amor romántico –todavía no la conocemos toda, pero estamos empezando a conocerla en parte- y todavía ser capaces de captar toda su enorme magia.”


Pero confiesa que también “son importantes el tiempo y los elementos culturales. Tienes que estar listo para poder enamorarte en ese momento, y también cuentan las experiencias de la infancia. Según crecemos elaboramos un perfil inconsciente de lo que vamos a buscar a base de la experiencia de nuestros padres, del colegio, de nuestros amigos, de lo que vemos en la tele... Y cuando estás en el momento adecuado y encuentras a la persona que encaja en ese perfil, los circuitos cerebrales pueden ponerse en funcionamiento y se desencadenan las reacciones químicas.”


“Pero la decisión de elegir una persona quizá se basa en elementos culturales: la belleza y la juventud mueven a los hombres, y a las mujeres les impresiona la riqueza y la buena posición. Y si a ellos el amor les entra por los ojos, las mujeres son más sensibles a la palabra y los detalles. Eso tiene sentido: el negocio de la pornografía se apoya en los hombres y las mujeres se pasan la vida intentando agradar con su aspecto a los hombres… Durante millones de años, el hombre ha tenido que mirar bien a la mujer y tomarle la medida para ver si ella le daría un niño saludable.” Mientras, en el caso de la mujer se ve una mayor actividad en las areas del cerebro asociadas con la memoria y la rememoración, Y al principio lo no entendí, pero luego pensé que, durante millones de años, una mujer no podía mirar a un hombre y saber si podía ser un buen padre y un buen marido. Para saberlo, tenía que recordar. Tenía que recordar lo que había dicho el último día de San Valentín, cómo se había comportado con anterioridad.”

”El romanticismo está por todas partes, en Nueva York y entre los esquimales. A los estadounidenses no nos gusta la infidelidad, pero algunas culturas mediterráneas pasan por alto este pequeño detalle y son muy permisivas con los hombres.” Pero esto no sólo ocurre en nuestra especie: “En más de 100 especies, desde elefantes a roedores, vi que eligen pareja y sienten un amor romántico primitivo: no comen, apenas beben... Darwin fue de los pocos que lo reconoció.”

”Después de conocer tantas culturas y tribus vi que las mujeres de todo el mundo tendían a tener niños cada cuatro años, el plazo más habitual del divorcio. Así elaboré la teoría del ciclo reproductor de 4 años. El índice de divorcios crece mucho, según la mujer es más independiente económicamente. Aunque no todos se separan. Hay matrimonios que duran toda una vida. El cerebro es un órgano muy flexible, y diferentes personas manejan esos sistemas cerebrales de forma distinta; unas forman un matrimonio para siempre y otras sienten gran cariño por su pareja, pero al tiempo pueden enamorarse de otro.”

“Creo que es muy posible sentir un profundo apego por una pareja con la que uno lleva mucho tiempo, y a la vez estar locamente apasionado por un amor romántico hacia otra persona distinta, y además sentirse atraído sexualmente por otros individuos. Estos tres sistemas cerebrales (lujuria, amor romántico y apego) no están bien conectados a nivel cerebral. Pero lo que sí creo que es imposible es sentirse locamente apasionado por un amor romántico hacia más de una persona al mismo tiempo. El amor romántico está asociado con la obsesión hacia una persona, y es imposible obsesionarse con dos personas a la vez.”


”El impulso sexual es diferente del amor romántico y es diferente del afecto. También creo que han evolucionado por razones diferentes. Creo que el amor romántico es el impulso verdadero, porque emana de este cerebro primitivo y es más fuerte que el impulso sexual. El impulso sexual evolucionó para que saliéramos a buscar a nuestras parejas. Cuando estamos locamente enamorados, queremos irnos a la cama con nuestra pareja, pero lo que realmente queremos es que nos llame por teléfono, que nos invite a cenar, y se crea una unión emocional. De hecho, una de las características principales del amor romántico es el deseo de contacto sexual… y de exclusividad sexual. Cuando nos acostamos con alguien y no lo amamos, no nos importa realmente si también se acuesta con otros. Pero cuando nos enamoramos, pasamos a ser realmente posesivos. El amor romántico es muy peligroso. Lleva consigo una gran felicidad y una gran tristeza. Cuando se nos rechaza estando enamorados, hay personas que pueden matarse, o matar a otra persona.”

”El amor y el odio son muy parecidos. La indiferencia es su contrario.Y hacemos las dos cosas: amamos a la persona y la odiamos al mismo tiempo.Y aquello por lo que suspiramos es la indiferencia. De hecho, el amor y el odio tienen mucho en común.Cuando odiamos, concentramos nuestra atención tanto como cuando amamos.Cuando amamos o cuando odiamos, nos obsesiona pensar en ello.Tenemos una gran cantidad de energía, nos cuesta comer y nos cuesta dormir. El amor y el odio tienen mucho en común.”

“Cuando alguien ha sido rechazado, lo mejor es deshacerse de todo lo que le recuerde a esta persona, no llamarla ni contactarla nunca más, salir y hacer cosas que le distraigan. Eventualmente, la química cerebral del amor romántico irá amainando, tal y como sucede con el síndrome de cualquier adicción.“

”Creo que sí puede mantenerse vivo el romance. Lo más importante es hacer juntos cosas novedosas, que sean excitantes, llamativas, nuevas e incluso ligeramente peligrosas. Estas novedades excitantes elevan los niveles de dopamina en el cerebro y son capaces de estimular los sentimientos de romance. Por esto se explica que las vacaciones puedan resultar tan románticas.”


"Su amor no era sencillo. Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales."
Mario Benedetti

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